El príncipe Harry, quien por su posición debería tener los pies muy bien puestos en la tierra, parece tener un problema para distinguir entre la realidad y la fantasía. semana.com
La semana pasada eso quedó demostrado cuando dio una entrevista en la que no tuvo inconveniente en comparar sus acciones en Afganistán con videojuegos de guerra como Call of duty o Halo. Luego de confirmar que había matado insurgentes en ese país bajo el lema “acabo con una vida para salvar otra”, remató diciendo que era un buen piloto de combate porque “me gusta mucho jugar Play Station y Xbox, así que soy bueno con los dedos”.
Sus declaraciones provocaron reacciones furiosas de muchos talibanes, quienes sugirieron que el príncipe tenía problemas mentales y por eso no entendía las repercusiones de la guerra. Harry ya terminó su permanencia en la zona de combate con la Fuerza Aérea Real Británica y dijo que espera volver antes de que las tropas se retiren en 2014.