Psicóloga afirma que los padres tienen miedo de ser evaluados por sus hijos

Psicóloga afirma que los padres tienen miedo de ser evaluados por sus hijos

Saber mezclar la ternura con la firmeza es clave en el proceso de crianza de los hijos, aseguró hoy a Efe la escritora y psicóloga chilena Pilar Sordo quien cree que muchos padres latinoamericanos de entre 35 y 60 años tuvieron miedo de sus progenitores pero tienen terror a ser mal evaluados por sus hijos.

Segura de que no existe una familia ideal, Sordo considera fundamental que los progenitores tengan claro que al ser padres están “obligados” a colocar límites, establecer disciplinas, “a decir que no aún pudiendo decir que sí” con el fin de generar un “temple interior” en los menores.





Dicho “temple”, permitirá a los niños enfrentarse a la vida real así como ser más comprometidos con la sociedad, opinó la autora de “Bienvenido dolor” y “Viva la diferencia”, entre otros.

Deben saber “mezclar ternura con firmeza. Esos son conceptos claves en un padre que hace las cosas bien”, comentó Sordo (1965) en Quito donde dictó la conferencia “No quiero crecer, como superar el miedo a ser grande”.

Cambiar el concepto de gratificación y no comprar todo lo que piden los hijos le resulta clave a Sordo para una buena formación de los menores a quienes los padres deben “hacerles buenas preguntas” en vez de sólo “darles buenas respuestas” para saber cómo piensan y conocer cómo sienten el progreso de su vida.

Para el buen funcionamiento de una familia es también básico saber “apagar el Dios pantalla que tiene tres versiones: celular, computadora y televisión”, comentó la psicóloga en cuya opinión, no todos los padres actuales supieron valorar el accionar de sus progenitores, algunos poco expresivos, les tuvieron miedo y ahora tienen terror a lo que piensen sus hijos.

“Terror a ser mal evaluados, de ser considerados como padres insoportables. Lo que queremos es tratar de ser papás buena onda, y que nuestros hijos nos encuentren increíbles”, dijo.

“No queremos pagar el costo que pagaron nuestros padres al ser considerados desagradables; como nos asustamos de que nos dejen de querer o tengan sensación de que seamos demasiado estrictos, caemos en el otro polo que es la complacencia extrema o la sobreprotección extrema”, apuntó.

El testimonio de cansancio que ahora muestran los adultos a los niños y jóvenes poco les inspira a estos para querer crecer, dijo al considerar que “somos unan generación que no canta, no agradece, no damos el testimonio de estar disfrutando”.

“No damos la sensación de estar peleando por conseguir un sueño que nos haga disfrutar sino que simplemente estamos como viviendo en automático, teniendo la sensación de vivir la vida que nos tocó sin sentir que puedo ejercer cierto grado de cambio desde la voluntad y persistencia para lograr objetivos”, indicó.

Si el día entero es una queja constante -dijo- objetivamente “todo se transforma en una carga” y qué testimonio se le da al niño, se preguntó Sordo, cuyos libros considerados de auto-ayuda figuran en las listas de altas ventas en América Latina.

Por ello, en su opinión, el crecer de los niños, adolescentes y adultos jóvenes pasa porque los adultos cambien su actitud.

Considera una “especie de mito urbano” señalar que ahora los padres tienen menos tiempo para los hijos debido a sus trabajos.

Para ella es un tema de prioridades que no muchos lo tienen claro pues en el poco tiempo libre prefieren ver televisión o dejarse atrapar por las computadores, en lugar de disfrutarlo en familia.

Si se revirtiera esa situación, habría “bastante menos niños en psicoterapia y adultos también”, señaló Sordo, autora del libro “No quiero crecer”, obra que basó en una investigación de cuatro años en Latinoamérica.

Su estudio detectó que lo transversal en la problemática de muchas familias de la región es la falta de comunicación, la presencia del “dios pantalla”, la gratificación desde el consumo y la falta de límites.

Quienes han crecido alejados de esa mecánica, es gente más comprometida con la sociedad, más solidaria, indicó Sordo quien llegó a Quito procedente de Perú y que hoy mismo viaja a México para continuar con sus conferencias. EFE