Hombre confesó haber asesinado a niño porque estaba llorando

Uno de los detenidos por asaltar una residencia de inmigrantes bolivianos en Sao Paulo y asesinar con un tiro al niño de cinco años Brayan Yanarico Capcha porque lloraba confesó su participación en la acción criminal, informaron hoy las autoridades. EFE

La Policía Civil de Sao Paulo, sin revelar el nombre del detenido, señaló este sábado que uno de los cuatro sospechosos arrestados en un operativo policial en un barrio pobre de la zona oriental de la ciudad el viernes admitió su participación en el crimen.





El detenido reveló el nombre de tres personas que según él tomaron parte del delito, a los cuales busca la policía ahora.

La Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo indicó que los otros tres detenidos fueron liberados porque la familia del niño boliviano no los reconoció como participantes del asalto seguido de homicidio.

El menor, que estaba en los brazos de su madre, fue muerto con un disparo en la nuca porque no paraba de llorar durante el asalto ocurrido en la madrugada del viernes.

El grupo de cuatro individuos irrumpió en la residencia cuando un tío y un amigo del menor llegaba en su automóvil y rindieron a los 10 habitantes de la humilde residencia en el barrio Sao Mateus.

A pesar de que la familia entregó al grupo armado 4.500 reales (unos 2.250 dólares), los asaltantes querían más dinero y amenazaron con matar a dos menores que vivían en el lugar, entre ellos Brayan, que comenzó a llorar y por eso uno de los criminales, que según el detenido tiene 17 años, disparó contra el niño.

Los padres de Brayan, que era hijo único, habían llegado a Brasil hace pocos meses para trabajar en la industria informal de la confección textil y ahora la pareja pretende retornar a su país y sepultar allí al menor.

Las autoridades consulares de Bolivia gestionan ante el Gobierno brasileño el trámite para trasladar el cadáver del menor y a sus padres al país andino.

La muerte del menor movilizó a la comunidad boliviana residente en Sao Paulo y cerca de 200 inmigrantes pasaron la noche con velas y carteles en las afueras de la comisaría que investiga el caso.