Cosas que toda mujer debería dejar de hacer y ser feliz

Cosas que toda mujer debería dejar de hacer y ser feliz

Ser feliz no es tarea complicada. A veces la peor enemiga de una mujer, termina siendo una misma, al caer en nocivas y negativas costumbres. Te contamos a continuación qué cosas y pensamientos deberías erradicar de tu vida para ser feliz.

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El HuffPost Women hizo una lista de las cosas que toda mujer debe dejar de hacer para poder hallar su felicidad y estas son:

Pedir disculpas por todo. Según diversos estudios, las mujeres pedimos perdón por todo y mucho más que los hombres. Nos parece muy bien asumir la responsabilidad de un error que hemos cometido u para disculpar cada abrupto o petición que hacemos con un “sorry” o “disculpe”. Tenemos derecho a nuestras propias preferencias y decisiones.

Decirle que sí a todo el mundo. Sí, es una respuesta más que honesta, una respuesta para quedar bien. Para terminar siendo las heroínas, aunque eso implique hacernos un mundo completo. Debemos aprender a decir no, con elegancia y comidad, “yo creo que no…” y la gente tiene que respetar ello.

Decirte no a tí misma. Muchas mujeres gastan mucho tiempo decidiendo una cosa que no pueden hacer, o no deben hacer, o no se sienten capaces de hacer. Debemos dejar de lado las inseguridades y tomar las riendas de nuestra vida.

Ver la comida como un enemigo. Acostumbradas a vivir ‘en línea’ y siempre en dieta, porque te salió un rollo u porque el verano está a la vuelta de la esquina, es una lucha desgastante. Debemos saborear ese plato que tanto nos gusta o ese postre que nos tiene antojadas hace meses. Deja de temerle a la comida, que el único daño es el que te haces tú misma censurándote tanto.

Criticar tu cuerpo. Debemos dejar de pensar que estamos horribles, punto. Qué importa si estás un poco subidita de peso, o llegas a las justas al 1.60. Eres única y especial. Eres hermosa como eres.

Sentirte extraña ante un nuevo reto profesional. Los hombres no suelen hacerlo, pero sí las mujeres, que solemos dudar si merecemos nuestros éxitos. Debemos enfrentar nuestras glorias y sentirnos contentas con nuestros logros, desde ese nuevo trabajo, ese ascenso, ese título, ese reconocimiento público, que tanto te costó y lo has logrado.

Quitar los tags de cada foto en la que, según tu, no te ves bonita. Es normal no tu foto de perfil en Facebook sea una en un buen ángulo, pero no te aloques revisando si en todas las fotos que te etiquetan sales bonita o no. Tómalo con calma, una foto no debe definir cómo debes sentirte.

Comparar tu vida real con la vida ‘virtual’ de otras personas. Puede que ver las fotos de una ex – compañera de la escuela o de tu trabajo anterior, en unas magníficas vacaciones de verano en algún mar del Caribe, te cause algo de envidia; pero tú también puedes construir gratos momentos para compartir de tu vida.

Quedar pegada a reproches o sentimientos de culpa. “Estoy en contra del arrepentimiento”, dijo Lena Dunham en el New Yorker Festival de 2012. Estas dos emociones solo sirven para atormentar a una persona, así que evítalas si quieres ser feliz.

Usar tacones todos los días. A todas nos encanta un precioso par de zapatos de tacón, pero ir cómodas por la vida, no solo hará que sea mucho más agradable ir al trabajo, sino que hará que nuestros pies y nuestro ánimo estén contentos.

Juzgar la vida sexual de otras mujeres. Ninguna mujer merece ser criticada porque se acuesta con tal persona o muchas personas. Juzgar su sexualidad es privarla de su propia libertad.

Juzgar tu propia vida sexual. Nadie tiene por qué saber cuan activa o no es nuestra vida sexual y ello no define como eres ante el resto. Usualmente, es algo que nos importa mucho más a nosotras mismas que a los demás.

Intentar ser quien no eres. Quizá haya mujeres con el gen “zen”, pero si no eres de ellas y estás al borde del colapso porque estás estresada o ajetreada, deja de pelear contigo misma y asúmete tal y cual eres.

Tenerle miedo a que te llamen “loca”. Por miedo a que nos planten la etiqueta de ‘locas’ hace que las mujeres nos callemos más de la cuenta. Y, al fin y al cabo, todo el mundo tiene una pizca de locura en su interior, así que deja de hacerte líos por eso.

Buscar diagnósticos en Internet. Si crees que algo anda mal con tu salud, ve al médico. Y deja de suponer que lo que alguien le pase en internet, también te sucede a ti. Deja de idear cosas y anda al médico y sácate las dudas.

Temer que tu vida no se parezca a Pinterest. Es muy probable que hacer esa estantería flotante que tanto nos ha gustado u el aperitivo de huevo y palta nunca nos saldrá como quisiéramos pero alégrate con lo que logres y que eso sea suficiente.

Tenerle miedo a la soledad. Deja de obsesionarte pensando que nunca vas a encontrar el hombre de tu vida, porque hay otras cosas en qué también ocuparte. Recuerda: “la relación más profunda que vamos a tener en nuestra vida es con nosotros mismos”, dijo en una ocasión Shirley MacLaine.

Estar en una relación por el simple hecho de tener pareja. Si tenemos terror a estar solas, lo peor que podemos hacer es mantener una relación sin quererlo de verdad. Atarse a una persona por quien no se siente mucho amor o país te hace y te hará infeliz siempre.

Desaprovechar tus días de vacaciones. En serio, nadie va a morirse porque no contestes el celular o revises tus correos corporativos. Si te tomas vacaciones, hazlo en serio.

Mantener amistades tóxicas. Hay que eliminar a los malos amigos de nuestras vidas cuanto antes. Solo lograremos que nos humillen o pongan en negativo todo nuestro alrededor.

Pasar tiempo con algunas personas solo por ‘obligación’. No hay ninguna necesidad de estar pegado a una persona solo por cortesía o porque fue la primera persona que te habló en la escuela. Hay que tener claro con quién queremos estar y no sentirnos mal por eso.

Avergonzarte de tus intereses. Si no eres la típica chica que le gustan las canciones de moda y te gusta canciones más rebuscadas o te apasiona el fútbol en lugar del vóley, ¡está bien!. Defiende tus gustos y siéntete feliz con ellos. Son tuyos, de nadie más.

Establecer ‘plazos’ a los eventos más importantes de tu vida. No pretendas planear de forma meticulosa cuándo vas a enamorarte, a tener hijos, a conseguir el trabajo de tus sueños. Vive cada etapa con pasión y con la garantía que es tu vida; además, que sabrás vivirla a tu tiempo y a tu manera.