Continúa el temor entre los comerciantes del Táchira

Continúa el temor entre los comerciantes del Táchira

Un nuevo día de tensión se vivió en la zona comercial de la parroquia La Concordia del municipio San Cristóbal, después que según algunos clientes, encapuchados motorizados entraron por segundo día al Garzón para que desalojaran, amenazándolos con supuestas bombas molotov. lanacion.com.ve / Marina Sandoval Villamizar

(foto Gustavo Delgado)
(foto Gustavo Delgado)

Apenas abrió sus puertas este gran establecimiento comercial dos horas, por cuanto pasadas las nueve de la mañana sucedió el hecho –comentado por José Laguado, usuario- el cual se reflejó en los comercios más cercanos, como los de la urbanización Juan de Maldonado, donde algunos establecimientos cerraron y otros mantuvieron la santamaría “a medio levantar”, a la expectativa de cualquier eventualidad.

“Hace ratico estaban los encapuchados corriendo a la gente, yo estaba allá y nos sacaron corriendo con bombas molotov, dijeron que si no cerraban, quemaban eso” -dijo Laguado mientras hacía cola en su carro, en la entrada de Makro-.

Donde sí mantuvieron cerradas las puertas fue en el mercado “Pequeños Comerciantes”, donde el rostro del vigilante y de algunos expendedores que estaban del otro lado de la reja principal, mostraban cara de trasnocho. Explicaron que desde hace tres días se mantenían ayudando a cuidar las instalaciones, por seguridad. Aunque fueron parcos en dar sus nombres dijeron que ningún negocio abrió, no obstante, esperaban que hoy sábado pudieran volver a abrir con normalidad, de seis de la mañana a una de la tarde.

“Todos estamos afectados, los que venden frutas, carne y pollo, es una mercancía de la que hay que salir todos los días”, dijo uno de los expendedores, que comentó la situación ocurrida en la Rotaria.

Mientras tanto, las adyacencias del supermercado se encontraban llenas de efectivos de la policía del Estado, y algunos miembros del personal desayunaba, no permitían el ingreso de personas y supuestamente esperaban que salieran los clientes que aún quedaban en el interior del recinto.

Llamó la atención sin embargo que a unos metros del supermercado amenazado, Makro, sí estaba atendiendo a la gente. Unos esperaban para entrar por la puerta lateral y otros por la puerta de entrada al estacionamiento. Un usuario comentó que algunos lograron entrar por un descuido al parecer, del vigilante, lo que al parecer molestó a otro grupo que aparentemente pernocta en las afueras del establecimiento para supuestamente cobrar a quien vaya a comprar allí.

“Aquí no es como en el Garzón, que usted llegó, hizo la cola y pasó, aquí le preguntan, tiene usted número, y entonces le dicen, tiene que quedarse o que le toco para el otro día, y eso no lo impusieron los dueños de Makro, sino las personas que vienen a hacer mercado, los bachaqueros, que arman su lista, los que entraron ahorita que no tenían número, fue porque se colaron”.

Así lo comentó Henry López, quien esperaba abrieran el establecimiento para comprar mercancía para una bodega que tiene en la capital tachirense. Señaló con ironía la llegada de  un autobús bolivariano, que supuestamente llegó a esperar a quienes salían del establecimiento para llevar la mercancía rumbo al vecino país.

Llamó la atención la molestia de un ciudadano que amenazó e insultó al reportero gráfico de Diario La Nación, quien estaba tomando gráficas del escenario, precisamente cuando llegó la mencionada unidad de transporte público.

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