Rubens Yánes: Presidente, se nos acabó el Mum Bolita

Rubens Yánes: Presidente, se nos acabó el Mum Bolita

thumbnailrubensyanesOiga Presidente, la cosa de ha puesto muy dura. Si hace unos meses atrás me atreví a preguntarle si usted usaba Mum Bolita y hasta a tutearlo, fue porque la verdad aún se conseguía en los anaqueles de farmacias, perfumerías y automercados. Era el único, pero había.

Pero desapareció, Presidente.

Se esfumó. Ya no se encuentra…





Ni el azul, ni el verde ni el blanco de etiqueta rosada. No hay aroma ni tamaño disponible para que podamos luchar con los sudores tropicales que nos atacan tras un día de ajetreo en el metro y en la oficina.

La cosa es grave, Nicolás. Te tuteo ya no por confianza, sino por desesperación. Por vergüenza. Ya te lo podrás imaginar tú, que también fuiste obrero, y sabes lo difícil que puede ser hablar con el jefe tranquilo y sin calma, cuando uno sabe que no huele muy bien.

A uno le da como pena. Se para así como de lejitos y prefiere hablar gritado para que los demás no noten que tienes tufo. No quiere ni que lo abracen, ni que lo besen, ni mucho menos quedarse encerrado con más gente en un espacio pequeño como un ascensor o en un vagón lleno del metro.

Así ando hace días. El último pote de Mum bolita se nos acabó. Mi mujer que ya se resignó a usarlo y mi hija -que tuvo que luchar con sus alergias, quemaron el último cartucho que le quedaba al pote. Y lo lanzaron a la basura con la misma solemnidad y dolor con que se entierra una mascota querida.

Yo me quedé ponchado, y sin más opciones… pues tampoco se consigue bicarbonato y los limones están muy caros, como a 60 bolívares el kilo.

He estado a la caza de otro pote en cuanto Farmatodo, Excelsior, Locatel y Abasto Bicentenario me topó. A veces veo las colas y las hago sin ni siquiera preguntar, con la esperanza de que al pasar me encontraré de nuevo aquellos anaqueles llenos de esos potes que parecen mísiles para lanzar satélites como el Simón Bolívar a la atmósfera. Pero nada. Casi siempre se agotan antes de que llegué mi turno.

Pensaba que en Los Próceres podía conseguir, pero me dijeron había sólo pernil y neveras, así que no hice la cola.

Para este diciembre, Nicolás, le voy a pedir al niño Jesús una cajita. De todas maneras quise escribirte, porque imagino que tú también tienes el mismo problema, pero igual si te topas con alguna farmacia que tenga, lánzate una cadena y nos avisas, a ver si en medio de una fiscalización podemos vencer el mal olor.

 

Rubens Yanes

@rubensyanes