Leonardo Morales P.: Maduro contradictorio

Leonardo Morales P.: Maduro contradictorio

thumbnailleonardomoralesLos tiempos que corren y que vivimos los venezolanos, en particular a quien corresponde dirigir los destinos del país, son definitivamente dramáticos. Demasiadas adversidades se ciernen sobre todos y nadie augura una salida que corresponda al anhelo colectivo.

Maduro es un presidente amenazado. Como buen presidente, de tutelaje comunista y totalitario, ya cuenta con unos cuantos intentos de atentados rápidamente controlados. No podía ser de otra manera. Este presidente civil vive disfrazado de gran soldado para hacer frente a las diversas guerras que le han declarado: guerra económica, financiera, informativa, etc. Siempre dice que de todas saldrá airoso pero aún no se conoce un parte de guerra, sí acaso, se sabe de las penurias que sufren los venezolanos en colas, lidiando contra la escasez, los altos precios, la delincuencia…Y conste que los ciudadanos no andan en plan de guerras sino de subsistencia.

El contradictorio presidente anunció al país que la falta de bienes esenciales en los anaqueles correspondía a la destrucción del parque industrial y productivo de la nación, por lo que era importante reindustrializar a Venezuela. Verdades obvias, monumentales, no obstante, olvidó decir que la responsabilidad de semejante destrucción corresponde a un modelo que puso en duda la seguridad de la propiedad privada con sucesivas expropiaciones que llevaron a esas empresas a las más absoluta ineficiencia y, además, condujeron a ahuyentar a inversionistas nacionales e internacionales.





Tampoco dijo, o más bien ocultó, que el propulsor de ese modelo que acabó con lo poco que se producía en el país no era otro que su padre político, su “líder galáctico”. Claro, tal responsabilidad, esa culpa que tendremos que pagar los venezolanos por mucho tiempo, también corresponde a pensamientos e ideas decimonónicas sepultadas en 1989 con la caída del Muro de Berlín, evento sobre el que al parecer aún no se han percatado.

Maduro, el contradictorio, quiere hablar con Obama para superar todas las angustias nacionales. Le manda mensajes claros para propiciar una “buena relación”: por un lado, advierte que Biden propicia un golpe de estado en Venezuela; más tarde amenaza con romper todo tipo de relaciones. Asegura que Obama no sabe que en Estados Unidos se fraguan planes contra el gobierno de Venezuela. Vaya pues, que jefe imperial

Luego, conmemorando la rendición de Chávez el 4F, en la búsqueda de las “buenas relaciones” le dice al presidente Obama “que detenga su locura” Su más extraordinaria ocurrencia, en aras de la fraternidad, fue solicitar al expresidente Samper, Secretario General de UNASUR, hasta hace poco sin Visa estadounidense por acusaciones de narcotráfico, que mediara en las no muy buenas relaciones entre ambos.

Al parecer el otrora Canciller, Rafael Ramírez, se llevó la libreta telefónica y desde la Casa Blanca la reenvían el número telefónico para que se comuniquen sin intermediarios.

@leomoralesP