El Jueves Santo terminó con una balacera en el sector 18 de Octubre, al norte de la ciudad de Maracaibo. El efectivo Cristian Jesús Rangel Márquez, de 27 años, perteneciente a la Policía científica, impuso el orden frente a una licorería en el sector, cuando dos oficiales activos de las policías regional y municipal, intentaban robar, reseñó La Verdad.
Ambos estaban de guardia esa noche y vestían de civiles. En el tiroteo el detective resultó herido, al igual que el policía regional.
Los vecinos se escondieron ante el estruendo de más de 20 detonaciones frente al expendio de bebidas El Imperio de los Licores, ubicado en la avenida 2 del sector 18 de Octubre de la parroquia Coquivacoa. “Escuché como 20 disparos. Me asomé desde la cerca, pero no salí”, explicó una vecina.
La familia del petejota contó que Rangel llegó al local en compañía de otra funcionaria. Esperaban que los atendieran cuando de una camioneta marca Ford, modelo Fortaleza, de color blanco, se bajó el oficial de la Policía regional Marcos Jorge Echeverría Hernández, de 28 años, e indicó a los presentes que colocaran las manos sobre las cabezas, que se trataba de un robo.
En su instinto policial, Rangel, adscrito al Eje de Homicidios en la subdelegación Cabimas, sacó su arma de reglamento y disparó en contra del “polichoro”, originando allí un enfrentamiento. “Los demás compinches de Echeverría no se bajaron del carro al ver cómo Cristian les hacía frente”.
En el tiroteo el detective recibió un disparo. “Cayó al suelo, recuperó el arma y desde ahí les disparó de nuevo a los maleantes que trataban de escapar en un vehículo con su compañero herido”.
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