CARMEN M. RODRÍGUEZ T. | EL UNIVERSAL
Un total de 15 dirigente de organizaciones no gubernamentales –ocho mujeres y siete hombres- asistieron a la reunión de hora y media en la que también participaron los presidentes de Uruguay, Tabaré Vásquez y de Costa Rica, Luís Guillermo Solís.
“Yo describiría la reunión como un cordial diálogo en el sentido más distendido y más franco. Pudimos transmitir nuestras preocupaciones como sociedad civil para así hacer más fuerte los espacios de los ciudadanos en nuestros países”, afirmó San Miguel.
Sobre el caso particular de Venezuela, la abogada tuvo la oportunidad de manifestarle al presidente de EEUU y a los demás presentes las preocupaciones de la sociedad civil venezolana con respecto al tema de la segregación política.
“Yo les comenté la preocupación que nos embarga a los defensores de los derechos humanos el tema de la segregación ideológica que hay en Venezuela. Les manifesté a los tres presidentes que es inadmisible que en nuestro país haya detenciones, haya asesinatos, haya confiscaciones y cierres de medios”, explicó.
San Miguel notó una buena recepción de su mensaje. “Ellos se sintieron muy emparentados con esa situación, inclusive con los peligros que enfrentamos los defensores de los derechos humanos en la criminalización de nuestra actividad y en circunstancias que en Venezuela se plantean para quienes son vistos como críticos, disidentes u opositores”, agregó.
La abogada fue la única representante venezolana convocada al evento.
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