Pedro Conde Regardiz: Vente Venezuela y la MUD

Pedro Conde Regardiz: Vente Venezuela y la MUD

Es un lugar común decir que Venezuela sufre una profunda crisis, ya crónica, como consecuencia de las políticas públicas erradas instrumentadas desde 1969 y profundizada a raíz de la etapa chavista que pretendió superar las vicisitudes heredadas, en 1999, de los gobiernos democráticos. Sobre todo, a causa de la decisión política para establecer en Venezuela un sistema socialista, tendiente al totalitarismo, al partido único, negador de las libertades, especialmente la libertad de expresión y de prensa, de reunión, deformador de las instituciones políticas, enemigo de la actividad económica privada, de carácter populista, todo lo cual ha arrojado estancamiento económico, decrecimiento del ingreso per cápita, disminución de las remuneraciones reales, inflación galopante, desempleo, carencia de oportunidades para la juventud, emigración de numerosos venezolanos buscando paz y fuentes de trabajo para realizarse, desinversión, desestímulo de la inversión extranjera, generación de pobreza, miseria.

Al par que se percibieron más de 1 billón de dólares por exportaciones petroleras y decidieron endeudar al país innecesariamente sin que haya repercutido positivamente en el bienestar general de la población. Se trata de una ineptitud sin parangón canalizada hacia la represión cruelísima, con saña, para conservar el poder. Se ufanan que están armados demostrando la desigualdad de la lucha de la sociedad civil afortunadamente apoyada ahora por la comunidad internacional, sobre todo, por notables ex presidentes. Uruguay como país y como gobierno ha dado un paso hacia adelante muy importante en defensa de los derechos humanos en América Latina.

En el plano internacional, estableció una alianza férrea con Cuba, política, económica y estratégicamente, tanto así que se llegó a formular la llamada “patria grande”, casi una unión de dos países al cual se le añadirían otras naciones de centro y sur América. Casi todo lo importado por Venezuela pasa por la triangulación con Cuba donde corruptamente se quedan jugosos recursos por comisiones y otros conceptos que alimentan allá a la claque dictatorial, anacrónica vestigio de la guerra fría, además de proveerla diariamente con más del petróleo que necesitan, parte del cual parece que revenden a los precios del mercado internacional, como es de suponer.

La política exterior venezolana calca la de Cuba, es más, se dirige desde este país. Por lo cual hubo acercamientos con todas las naciones enemigas de Estados Unidos: Irán, Irak de Hussein, Rusia, China, Corea del Norte, Bielorrusia, Libia, etc. Se trató de crear organismos internacionales evidentemente hostiles a Estados Unidos financiados con recursos petroleros. Por todo el mundo se buscaban alianzas que molestasen al águila norteña, en lugar de diseñar una política exterior verdaderamente independiente, sin molestar los intereses de las grandes potencias y, sobre todo, los del mundo y cultura occidentales, amenazado como está por el islamismo radical que pretende eliminar todo lo que no sea musulmán, como lo ha demostrado.

Indudablemente que esta situación arrojó descontento, inconformidad generalizada, manifestándose como protestas callejeras de diversos tipos, muchas de ellas masivas, que son una manera de alertar al Gobierno por su camino errado en la conducción de los asuntos públicos, el cual Gobierno, sin escuchar el clamor popular, ni establecer mecanismos de diálogo para orientar las quejas y palpar la realidad acuciante, lo que ha hecho es recurrir a la represión inclemente, cruel, con saña, del movimiento estudiantil y de líderes políticos; muchos están presos injustamente, sin fórmula de juicio, se violenta el debido proceso, se amañan y forjan expedientes por un sistema judicial acomodaticio y complaciente a los designios totalitarios que lentamente va realizando la cúpula política que gobierna con el apoyo de la dictadura comunista cubana, de sus asesores, que constituyen una quinta columna, esparcida en todas las instancias del ejecutivo nacional, para lograr aquí lo que ya existe en Cuba como negación de una sociedad libre, democrática y con prosperidad para todos.

Como si fuera poco en esta ejecutoria destructora internamente de la nación, ahora es evidente que tal vez se pierda definitivamente nuestra reclamación del Esequibo, dada la indiferencia que muestra el Gobierno ante la explotación petrolera en la zona en litigio por Exxon-Mobil; es decir, no solo se trata durante este gobierno de la destrucción y negación de lo poco alcanzado hasta ahora, sino que también se esfuma la esperanza de añadir definitivamente el Esequibo a la superficie oficial de nuestro territorio.

Ante estas vicisitudes de la república, el sistema político no cuenta con una respuesta para superarlas. Por un lado, el Gobierno sigue empeñado paulatinamente en establecer el empobrecedor modelo socialista, compartir nuestros recursos con otras naciones sin planes racionales de cooperación, destruir el aparato productor, reducir el asiento territorial de la república de Venezuela, anular las condiciones de realización del venezolano en el marco de las libertades y progreso social.

Por el otro, un blandengue sector de una presunta oposición con un liderazgo de oficina, burócratas del aire acondicionado, condescendiente de muchas maneras con las políticas gubernamentales; su liderazgo tan raquítico se muestra al no realizar primarias en todos los circuitos, lo cual será causa de una gran abstención y de rechazo a un seudo liderazgo que pretende asentarse antidemocráticamente. Ahí estarán los que se venderán, los traficantes, los que montan oficinas para percibir y negociar comisiones, restaurando el reino de la corrupción, como los jovencitos, doncellitas restaurados. Para completar hasta ahora las desatinadas líneas políticas, publicaron un comunicado acerca de la orden ejecutiva del presidente Obama donde lo exhortan a que deje a los venezolanos resolver sus problemas internamente, lo cual es el hazme reír colectivo, puesto que todos sabemos lo ineficaz y ausente que está la MUD para enderezar el rumbo de la Nación.

No ha sabido desempeñar el rol de oposición que impida el deslizamiento del país por la ruta de la miseria y de la destrucción nacional. Las más de las veces deja pasar, no comenta, las ocasiones que el gobierno le brinda para hacer oposición. Parece que no entienden cuál es la naturaleza de la lucha por el poder en estas circunstancias. Todo lo cual ha tenido el efecto de empujar hacia los escépticos un porcentaje importante de votantes potenciales ante la falta de orientación y de compromiso con el futuro del país, máxime cuando se observa que no juegan ningún papel en la lucha por la liberación de los presos políticos; más bien han comentado cínicamente que están presos porque quieren, como en el caso Leopoldo López.

Por otro lado, está una oposición verdadera en cuanto a su rol frente a las desacertadas políticas del gobierno: me refiero a Vente Venezuela, Voluntad Popular y otros. Estos movimientos han logrado en corto tiempo aglutinar un apoyo esperanzador que se convierte en un caudal de votos considerable. Puede decirse que el gran sentimiento oposicionista latente que existe en el país ha sido fomentado por las posiciones políticas de los dos líderes fundamentales: María Corina Machado y Leopoldo López, sobre todo, María Corina quien está muy activa buscando compartir sus ideales con los venezolanos, actividad que ha arrojado sus frutos y demuestra que probablemente cuenta con apoyo superior al de la partidos tradicionales, especie de máquinas traganíqueles, representados en la MUD. Por lo cual, es claramente observable que esta lo que hace es capitalizar la oposición promovida por María Corina hasta tanto no exista su proyecto político legalmente constituido, quiero decir: la decisión de seleccionar gran parte de los candidatos por consenso radica, en parte, en la convicción de que ese sentimiento oposicionista creado por estas corrientes será aprovechado, canalizado hacia esos del consenso. No sería extraño que estos partidos traganíqueles estén en alianza con el gobierno para impedir que el CNE autorice, legalice a Vente Venezuela, dada la tardanza.

Ahora bien, si se decide participar en las elecciones parlamentarias, en este ambiente de rechazo generalizado al Gobierno, lógico en estas circunstancias es que cada quien vaya por su lado, que, como se dice en el argot de los partidos, “se cuenten” y posteriormente, una vez electos, se traza una línea homogénea de oposición parlamentaria. No es verdad que la unidad garantiza la mayoría ni tampoco que esta realizará un cambio político en un país presidencialista. La unidad es importante para una elección presidencial que sería dirimida entre un candidato oficialista y uno opositor, sin repetir a Capriles, por su enorme desprestigio (lo último que dijo fue una estupidez política: que Maduro había destruido el legado de Chávez). Queda el camino abierto para María Corina, u otros, quienes deben enfatizar sin descanso, como hasta ahora, las giras por los estados, reuniones con sindicatos, empresarios, profesionales, agricultores, etc. Y siempre con la consigna favorita que parece han abandonado. Claro, una vez entrada en la campaña para las parlamentarias debe combinarla con otras líneas políticas, lo cual no es excluyente.

Dudo mucho que el gobierno permita una mayoría parlamentaria oposicionista, pues sería otra fuente de inestabilidad. Puede ser que el gobierno decida tener mayoría por cinco o siete diputados para aparentar juego democrático, o, al contrario, tres o cuatro más que la fracción oficialista, pero luego comienza su tarea de lograr una mayoría fuerte (ya Maduro dijo que lograrán mayoría “como sea”) mediante diversos mecanismos ya experimentados. No tiene sino que lanzar el anzuelo y muchos se ensartarán. Además, podría casuísticamente lograr el apoyo de una fracción determinada al suministrar contratos de diversa índole que facilitan la supervivencia partidista financieramente. Esto es posible, sobre todo, donde no hay convicciones democráticas y donde se tiene a la política como una profesión más para hacer fortuna; por eso, fundan esas organizaciones traganíqueles, practicantes de la más asquerosa corrupción, como son muchas de la MUD

Por todo lo anterior, considero primordial que el movimiento Vente Venezuela trace su personalidad política propia, con oposición casi intransigente, que capte el numeroso descontento y represente una opción diferente a los partidos tradicionales que son vistos como responsables, en parte, de que haya surgido el fenómeno Chávez por las pésimas gestiones que realizaron cuando fueron gobierno durante la etapa democrática. Muchos electores desconfían de esos partidos con liderazgo desprestigiado. Es un error estar junto a ellos, pues pretenden comandar y lucrarse políticamente del apoyo que logran los movimientos no tradicionales como Vente Venezuela, sin descartar que por razones de causa mayor pueda llegarse a ciertos acuerdos muy generales relacionados con la democracia, las libertades, el estado de derecho y los presos políticos.

Existe el riesgo indudablemente que si Vente Venezuela concurre separado de la MUD en las elecciones parlamentarias con candidatos de prestigio, profesionales competentes, honrados, y comprometidos con un futuro mejor para el país, la MUD decida pactar con el Gobierno en muchos circuitos para anular cualquier candidato ganador de VV a nivel de las mesas; esto es, se desataría algo así como una guerra contra VV para asignarle una representación mínima. Esto es probable y posible, dada la tradición corrupta de ambos sectores políticos. De modo que es cuestión de organizarse y de tener representantes confiables en todas las mesas de votación.

Existe el escenario de una negociación con MUD, haciéndose una autocrítica y logrando un secretario ejecutivo más afín a VV para desempeñar una función verdaderamente opositora, que sea un estratega para contribuir a conducir la oposición y no una persona, lo digo cordialmente, cuya experiencia es luchar por los postes de luz eléctrica, las tuberías de agua, es decir, problemas vecinales, municipales que son importantes, pero hay que establecer prioridades: en este momento lo relevante es luchar por un cambio de gobierno constitucionalmente y las elecciones parlamentarias para elegir una nueva Asamblea Nacional que se ocupa de problemas nacionales y no vecinales. Tal vez esa mentalidad vecinal es la causa de que no se responda cuando conviene a las iniciativas cuestionables del gobierno ni a sus proposiciones resultantes de exabruptos, sin ninguna planificación.

Quizá, su nombramiento tenía como objetivo eso precisamente, es decir, alguien que no hablara mucho para referirse críticamente a las políticas gubernamentales. A veces habla el lenguaje del Gobierno y tiene pronunciamientos poco diplomáticos en cuestiones internacionales, como cuando hace poco acusó al Caricom de “dar una puñalada trapera”, al salir del CNE; ha podido criticar a Maduro por la pésima orientación de la cooperación con las naciones del Caribe. Si no se logra reorientar a la MUD en el sentido opositor deseable, lo mejor sería formar tienda aparte. Con una estrategia acertada, referente a una oposición intransigente, de crítica sustentada en evidencias y un programa de gobierno políticamente viable, se pueden captar los votantes que no comparten la gestión oficial ni aceptan a los partidos tradicionales y menos la forma como MUD se comporta ante el desastre nacional acarreado por el chavismo. Ahí está el futuro en mi modesta opinión.

psconderegardiz@gmail.com

@psconderegardiz

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