Cercanos al 1 de mayo fecha algunos presidentes pretenden resolver la larga deuda con los trabajadores divulgando algunas reivindicaciones laborales específicamente con un aumentos de salarios que nunca compiten con los saltos de la inflación.
La historia nos señala que cercana a esa fecha, en 1957, el entonces dictador-presidente Pérez Jiménez había pronunciado un discurso en el Congreso de la República en la que se señalaron los logros conseguidos en materia económica y social. Poco después, el 1 de mayo de ese año, se lee en todos los templos del país una Carta Pastoral que había sido elaborada por al arzobispo de Caracas, Rafael Arias Blanco, nacido en La Guaira en tiempos de la revolución bolchevique.
Mientras el dictador-presidente se refería a los elevados salarios de los que disfrutaba el obrero venezolano, la Carta Pastoral se señalaba que el ingreso y la riqueza no se distribuía de modo que llegara a todos los venezolanos: “una inmensa masa de nuestro pueblo está viviendo en condiciones que no se pueden calificar de humanas.”
La Iglesia que hasta entonces había tenido una posición de defensa de sus intereses institucionales y de buenas relaciones con los gobiernos de turno, salvo durante el llamado “Trienio Adeco”, cuando enfrentó la filosofía educativa adelantada por el gobierno, dio una paso, en 1957, relevante al enfrentar el orden constituido.
Si al Clero venezolano se le ocurriera hacer lo mismo en estos tiempos convulsos que atraviesa la república no serían convocados al SEBIN, como en aquel entonces se les convocó a la Seguridad Nacional. Ahora, la retórica se haría cargo con la arenga de repetitivos insultos.
El jefe del gobierno militar y civil se hará presente este 1 de mayo para anunciar uno que otro aumento salarial, siempre escondiendo como hasta ahora el INPC que debe mostrar el BCV. Ya se ha filtrado que en enero y febrero de este año los índices están en el orden del 10,6% y 11,4% respectivamente. Se podría anunciar alguna firma de algún contrato colectivo cuyos beneficios naufragarían con las medidas de los días siguientes
Seguramente no anunciara Maduro el aumento de la gasolina como tampoco los que sufrirán algunos rubros alimenticios. No explicará el presidente de qué manera el gobierno va a recuperar los millones de dólares que según el artífice de la política económica de Chávez y de su gobierno, cayeron ilícitamente en manos de altos funcionarios revolucionarios y están colocados en bancos europeos.
Mientras tanto, no hará falta de una Carta Pastoral que anuncie la crisis del país como tampoco que sectores democráticos lo reiteren por los pocos medios independientes que quedan. Basta con asistir a las interminables colas frente a los mercados, supermercados y farmacias para comprender el colosal fracaso que ha significado para el país estos 15 años.
No habrá un solo anuncio que compense las necesidades de los trabajadores venezolanos porque el modelo económico lo impide y cada medida que se adopta nos conduce irremediablemente a nuevas y más profundas insatisfacciones.
@leomoralesP.