Lapatilla
Está claro que nuestros diputados,
aunque debo decir que no son todos,
ejercen sus funciones de unos modos
que dejan a este pueblo anonadado.
Se libran del deber de legislar
otorgando “poder extraordinario”
a quien siendo tan solo un mandatario
deberían más bien supervisar;
e insatisfechos por sus dietas de ocio
si hay denuncias de ilícitos negocios
como Pilatos lávanse las manos,
y ese otro deber es eludido:
‘que actúe la fiscal, que apague el ruido
que está desprestigiando a nuestro hermano.