La jornada era intensa. Más de 500 vehículos diarios se ensamblaban entre las tres plantas instaladas en la región. Pero eso es historia. Las líneas de producción están apagadas y no hay materia prima que las reactive ni dólares disponibles para la importación de los insumos necesarios. La crisis económica le está arrebatando a Carabobo el calificativo de estado industrial. Por Dayrí Blanco/El Carabobeño
General Motors, Ford Motor y Chrysler de Venezuela están paralizadas. Pero sus representaciones sindicales no están de brazos cruzados. Preservar los más de seis mil puestos de trabajo es la prioridad y por eso solicitarán una reunión con el ministro de Industrias, José David Cabello, y el presidente Nicolás Maduro para aclarar todos los aspectos referentes a la comercialización en divisas de algunos de los modelos. De no ser aprobada de manera definitiva esta opción, pedirán al Ejecutivo una propuesta para lograr recuperar la manufactura en cada una de las plantas.
Desde el miércoles 27 de mayo las líneas de producción en Chrysler se mantienen apagadas tras el agotamiento de los parachoques para las 25 unidades diarias de Forza que estaban ensamblando de una capacidad total de 120. Henry Ospina, secretario de reclamos del sindicato, detalló que el material ya fue pedido a un proveedor en Brasil con recursos aprobados el año pasado y se espera que llegue al país entre el 10 y el 15 de junio, pero solo alcanzará para armar 146 unidades. También se está a la espera de las divisas necesarias para el pago de la deuda que se mantiene con el proveedor de módulos y diferenciales para el ensamblaje de 400 Cherokee y 256 Grand Cherokee.
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