“Dormí dentro de la gandola con un ojo abierto para esperar mi turno de la batería”

“Dormí dentro de la gandola con un ojo abierto para esperar mi turno de la batería”

(foto Aníbal Barreto)
(foto Aníbal Barreto)

La fila se va formando desde las 2: de la tarde en las cuadras cercanas al Servicentro Duncan del Paseo Caroní en Puerto Ordaz. Conductores con sus carros acuestas, algunos ya sin poder encender, esperan a la mañana del día siguiente para poder comprar baterías en este establecimiento, según lo reseña correodelcaroni.com

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Una muestra real de crisis económica se aprecia en el sector privado automotriz, cuando ya es costumbre que personas de cualquier tipo de vehículos pernocten para tener la suerte de adquirir repuestos y autopartes como los acumuladores.

Alrededor de 100 compradores son atendidos a diario en la Duncan y los que no alcanzan a pasar ese día, deben quedarse detrás del último cliente del día para asegurar su turno.

“He estado 15 días sin batería porque me la robaron. En 3 meses, se han robado 18 baterías y todos los cauchos de las gandolas”, dijo Decio Miranda, quien esperaba desde las 7:00 de la noche.

Al pasar la noche en medio de la calle bajo su propio riesgo, sus preocupaciones respecto a ser víctimas del hampa aumentan debido a la ausencia de patrullaje por parte de funcionarios de entes de seguridad.

“Las gandolas usan 3 baterías (…) Pasé una semana haciendo cola en Los Olivos para conseguirle los cauchos, y cuando llegué no había de la medida (del rin)”. Por este motivo, sus actividades del día a día se ven paralizadas hasta solventar la falta de autopartes.

Unos metros más adelante, José Márquez acababa de reemplazar una batería de 800 amperios dañada desde hace 3 días por un monto de 7.448 bolívares. El sacrificio de la cola tiene una explicación: esa misma batería tiene un costo entre 15 mil y 20 mil bolívares en el mercado negro. El precio regulado establecido por el Gobierno Nacional hasta principios de año se ubicaba entre 2.120 bolívares y 2.290 bolívares, previo al ajuste inflacionario realizado.

Importar para subsistir

A principios del 2015, el ministro de Transporte, Haiman El Troudi, mantuvo reuniones con el sector transporte con el fin de llegar a acuerdos para paliar la escasez de baterías y demás autopartes, dentro de las cuales se destaca la decisión de importar 250 mil baterías mientras el gobierno intentaba restituir la materia prima para impulsar la producción nacional.

Ocho meses más tarde, los comercios aseguran que la disponibilidad de productos nacionales es casi inexistente. Sin embargo, el gerente del Servicentro Duncan, Cruz Velásquez, asegura que mientras haya inventario, el establecimiento continuará despachando a los clientes en cola.

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