El Nuevo Herald: Pronostican choque en elecciones venezolanas

El Nuevo Herald: Pronostican choque en elecciones venezolanas

Venezolanos hacen una larga fila para votar en Antímano, Caracas, durante las elecciones presidenciales del 2012. Pedro Portal el Nuevo Herald
Venezolanos hacen una larga fila para votar en Antímano, Caracas, durante las elecciones presidenciales del 2012. Pedro Portal el Nuevo Herald

 

Las encuestas pronostican que el régimen de Nicolás Maduro enfrentará una tormenta perfecta en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, con la desesperación de los venezolanos gestada por la peor crisis económica en décadas, que deriva en una marejada de votos castigo. Estos se abalanzarán sobre un chavismo desgastado y altamente impopular, publica El Nuevo Herald.





Pero eso podría no ser suficiente, advierten más de una docena de expertos consultados para la elaboración de la actual serie sobre las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

La ventaja de entre 20 y 30 puntos porcentuales que la oposición le lleva al chavismo, según la mayoría de las encuestas, podría ser contrarrestada por el repotenciado arsenal de trampas y arbitrariedades preparado de antemano por el chavismo, que en su conjunto, convierten el ejercicio electoral en lo que muchos han descrito como “un fraude en cámara lenta”.

“El evento del 6 de diciembre va a ser un desafío entre todo este sistema de ventajismos electorales [instaurado por el chavismo] versus una población que está sostenidamente cansada, que está buscando un cambio y que puede salir masivamente a castigar al gobierno en las urnas”, dijo el asesor político Orlando Viera Blanco.

Los sondeos muestran que cerca de un 90 por ciento de los venezolanos quiere un cambio, y muchos de ellos piensan expresar precisamente eso durante la votación del 6 de diciembre.

Pero el esquema de ventajismo tejido por el chavismo no puede ser desestimado.

Ese esquema –cuyos detalles serán explicados en los próximos artículos de la presente serie– cuenta entre sus muchas aristas un obsceno redimensionamiento de los circuitos electorales, o Gerrymandering, que en las elecciones parlamentarias del 2010 llevó al régimen a obtener 98 de los 165 escaños en disputa. Estos son equivalentes a un 59.4 por ciento de los puestos de la Asamblea Nacional, aún cuando solo obtuvo el 48.13 por ciento de los votos depositados.

En juego durante los comicios está el control de la Asamblea Nacional que durante los últimos años ha permanecido bajo el férreo control del chavismo.

La oposición ha estado vendiendo el ejercicio electoral como el evento que podría iniciar el proceso de cambio en Venezuela. Sin embargo, muchos insisten en que la derrota del oficialismo tiene que ser “devastadora”, con una votación de más de dos tercios, para que la nueva asamblea cuente con la fuerza necesaria para enfrentar a los otros poderes secuestrados por el chavismo.

Pese a la creciente impopularidad del régimen, una victoria de esas proporciones parece muy difícil de conseguir, especialmente ante la modificación de los circuitos electorales perpetrado por el Consejo Nacional Electoral, organismo controlado por el régimen para darles más diputados a las regiones tradicionalmente controladas por el chavismo.

Mecanismos para una ventaja electoral

El Gerrymandering, y el resto de los mecanismos de ventajismo, podrían garantizarle al chavismo entre 40 y 50 diputados antes de la apertura de las urnas, dijo Viera Blanco.

Adicionalmente, el régimen cuenta con un vasto aparato de movilización durante las elecciones; juega con asustar a millones de venezolanos que aún reciben beneficios del Estado dándoles a entender que el voto no es secreto, y suspendió las garantías constitucionales en los estados fronterizos con Colombia. Esto impide que la sociedad civil pueda organizarse para prevenir que el chavismo aplique mecanismos fraudulentos en un importante número de centros de votación.

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