Corto y picante: “Viva el Rey, muera el mal gobierno” por @FariasJoseLuis

Corto y picante: “Viva el Rey, muera el mal gobierno” por @FariasJoseLuis

thumbnailjoseluisfariasPróximos al mes de la hecatombe electoral chavista del 6 de diciembre pasado, en el oficialismo se va desvaneciendo el debate público sobre la “aplastante” derrota, como la adjetivaran Pérez Pirela y Juan Barreto ante el enorme peso de la evidencia de los resultados. Sin embargo, el hecho de que la discusión haya mermado en los medios de comunicación, no significa que no exista o que haya desaparecido totalmente de estos.

En lo que ha trascendido hasta ahora públicamente, la búsqueda de “culpables”, al mejor estilo de las dictaduras comunistas, es lo dominante o lo único que se encuentra. Brilla por su ausencia el análisis de fondo sobre las verdaderas causas de la derrota que solían intentar los fundadores del marxismo a la hora de explicar los sucesos históricos en los cuales participaron en primera fila.

Y en eso de montar la cacería de culpables, el reparto de culpas es tan vasto y diverso que las acusaciones van y vienen y la chupa puede caerle a cualquiera con una excepción y media. Ningún rojo es capaz de mencionar al verdadero gran culpable de todo este desastre: el demagogo galáctico y las menciones a su heredero como responsable siempre concluyen diciendo que “quiebran lanzas” con él.





Conociendo a muchos de los viejos dirigentes rojos, no me cabe la menor duda de que en su fuero interno todos ellos lo saben y pueden hasta reconocer entre sus más íntimos que fue el Eterno quien los metió en este inmenso berenjenal como también saben que el heredero terminó de poner la torta.

En ese ejercicio global de cinismo no se salva ninguno. Este domingo el periodista Eleazar Díaz Rangel, cambiando el término culpable por “responsable”, le endosó al “Partido”, sí, al PSUV, la carga principal de la tragedia roja haciendo suyo el “análisis” de Pavel Rondón cuando afirma que “…el Psuv ha adoptado un esquema centralizado, la organización es casi militar, batallones, unidades de combate, que no tienen secretarios o coordinadores sino ‘jefes’, los cuales ordenan”.

Para luego añadir de su propia cosecha que el PSUV “es un partido que no opina de ningún problema, nacional o internacional, por grave que parezca, hasta que no se conozca la opinión del gabinete o del Presidente, que lo es de la República y del partido, y por supuesto, sus opiniones estarán en absoluta armonía con las ya emitidas”.

¿Acaso olvida Díaz Rangel que el PSUV fue hecho a imagen y semejanza de los deseos del Supremo o prefiere actuar como aquellos mantuanos del 19 de Abril de 1810, cuando refrescaron la vieja consigna de “Viva el Rey, muera el mal gobierno” al crear la “Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VI”, para dejar una puerta abierta en caso de que cambiara el curso de los acontecimientos en España?

Por lo visto, Díaz Rangel prefiere meter prudentemente el pie en la piscina a ver si el agua está fría antes de lanzarse en ella. Brrrrrrrrrrrr.