Judith Sukerman: No quieren a Valencia

Judith Sukerman: No quieren a Valencia

thumbnailjudithsukermanNo puede menos que causarnos indignación y dolor,  el hecho de que nuestra querida Valencia haya sido catalogada como la séptima ciudad más violenta del mundo.  La ONG mexicana denominada Consejo Ciudadano de Seguridad y Paz que publica desde 2008 este índice,  ha venido indicando el lamentable y vertiginoso ascenso en los niveles de violencia que ha sostenido nuestra ciudad, logrando que en apenas tres años,  ascendieramos ocho escaños, pasando del puesto 15 al 7 en este ranking.

El artículo 55 de la Constitución Nacional establece la garantía que debe dar el Estado a todo ciudadano de protección a su vida, a su integridad física y sus bienes. Este resguardo constitucional se basa en que la inseguridad afecta a la esencia misma del ser humano y a la vida en sociedad,  de tal forma que sin seguridad no hay ejercicio posible e igualitario de los derechos ciudadanos.

Ante el silencio e indiferencia de los responsables nos corresponde a los ciudadanos, organizarnos en el marco de lo establecido en la legislación vigente,  para exigir a las autoridades, en primer lugar que reconozcan que esta es una situación real,  que no se trata de una percepción o sensación de inseguridad,  sino de cifras verdaderas, dolorosas y trágicas, que cada día se incrementan más y que en consecuencia se hace urgente que tomen las acciones necesarias que garanticen la preservación de nuestras vidas y brinden seguridad a nuestros bienes.





La experiencia internacional ha demostrado que las más graves situaciones de inseguridad se pueden revertir con voluntad política,  acompañada de la implantación de programas de políticas públicas de prevención y seguridad,  que conllevan una inversión cónsona a la gravedad del caso. Medellín ha sido modelo en el mundo entero, y ciudades como Santa Martha, también de Colombia,  San Juan de Puerto Rico y hasta Puerto Príncipe de Haití,  lo han logrado en los últimos años.

No cabe duda de que la seguridad ciudadana es una condición indispensable para el funcionamiento de una sociedad y que constituye uno de los principales elementos para asegurar la calidad de vida de esa comunidad y su desarrollo. Valencia, ya fue ejemplo de ello. Bajo la gestión del primer gobernador electo por voluntad popular en Carabobo,  Henrique Salas Römer,  se constituyó la primera escuela de policías del país,  que fue referencia de profesionalizado  de estos cuerpos de seguridad y junto a un riguroso proceso de depuración policial que se hizo en esa época,  la dotación de equipos y mejoras salariales, se logró una importante disminución de los índices delictivos.  Que sumado a la implementación de otros programas exitosos, de promoción de empleos, de formación ciudadana,  de prevención, como lo fueron Operación Alegria, Atención Inmediata, hizo que la CONAPRI calificara a Valencia como la ciudad más segura de Venezuela para hacer inversiones e hizo renacer en todos un inmenso orgullo por nuestra patria chica.

Hoy, por el contrario no vemos ni voluntad política ni inversión en esta materia. El tema seguridad ya no aparece ni siquiera en los discursos de quienes hoy nos gobiernan, quizás porque no comprenden nuestra preocupación,  sus escoltas les dan la tranquilidad que a nosotros nos falta. El monto del presupuesto que se destina a seguridad no supera el 7.5% y esa cantidad incluye lo correspondiente a otros cuerpos no policiales, como lo son Protección Civil en el caso del gobierno regional y Bomberos en el caso municipal, además de las obligaciones salariales de quienes laboran en esas instituciones.  Es Valencia uno de los municipios del país que invierte menos en seguridad, y allí están los resultados.

El amor por una ciudad lo demuestran sus gobernantes, respetando a sus ciudadanos, protegiéndolos,  realizando una buena gestión,  cumpliendo con sus deberes, administrando honestamente los recursos públicos,  atendiendo las necesidades más sentidas de la población en procura de mejorar sus niveles de calidad de vida. Un dicho popular reza que cuidar es querer, en base a los resultados presentados, no queda menos que concluir, que quienes estan detentando el poder, no quieren a Valencia.

@judithsukerman,  judithsukerman@yahoo.comwww.judithsukerman.com