Leocenis García: Mátenles, y entiérrenles con su constituyente

Leocenis García: Mátenles, y entiérrenles con su constituyente

thumbnailleocenisgarciaEl Presidente Maduro, recibe en saldo un país hecho trizas, hipotecado a chinos, cubanos y lunáticos  que,  disfrutan como si mañana viniese el armagedón de una Venezuela que, llega tarde al siglo XXI y, queda rezagada en lo peor, del siglo XX.

El Presidente en consecuencia, es víctima-la primera-, como todos nosotros de la CUBA que lo impone a él y  un modelo que entrega al Estado una obligación que muy pocos querían, ni nadie pedía: el manejo absoluto de la vida de los ciudadanos.

Así, a golpe y jarrón, se reduce a la gente  al lienzo de  palos secos a los cuales hay que regar, porque según el viejo catecismo marxista: ellos mismos no pueden darse libertad financiera, alimentaria y,  de conciencia.





Son, y así lo creen los comunistas, súbditos.

El problema no es el gobierno, ya de por si mala definición, porque no lo hay,  si los ciudadanos se convierten en gitanos, vagando de cola en cola,  buscando para las mesas sin pan,    lo poco que el Estado, ahora no puede , ni quiere resolver.

El problema real es el Estado.

No es cambiar unos lobos por otros, se trata -si vale el pleonasmo- de limpiar la guarida de lo lobos, sean azules o rojos. Porque lobos, es bueno no olvidarlo, siempre hay de todos colores.

Puestas las cosas en contexto, surge la Constituyente: un acto de purificación, y desprendimiento de todos los actores políticos para que, el país se dé, el destino que aspira , y elige.

Obliga, el mecanismo, a que, una vez instalada la Asamblea Nacional Constituyente cesen en sus funciones  todos las instituciones del poder constituido (TSJ, Defensoria del Pueblo, etc) , incluyendo el actual Congreso en manos de la oposición, y se convoque  a elecciones generales. Ahí surge un nuevo presidente, gobernadores, alcaldes y diputados.

Se trata pues, de cambiar números por ciudadanos, comprender -si hay quien no quisiera digerirlo- que, los ciudadanos no son dígitos, sino seres humanos que  quieren, y aspiran un país distinto.

Constituyente,  arma las piezas de un país que, está destruido.  Constituyente recoge una nación que, yace tirada como un cuaderno cuyas hojas descuadernadas, necesita de quienes están obligados a poner las cosas donde la ley, y los principios cardinales del derecho ,- la justicia y el bien que, tardaron miles de años para darle vida a la sociedad civil- vuelvan a reinar.

Todos los procesos de cambio del mundo, si son verdaderos, si producen bienestar y crecimiento económico  se hacen  sobre la base de la ley y la construcción del Estado. Nunca a costa de su destrucción.

Es la Constituyente, el lago al que, finalmente llegarán las aguas.

Si a sus promotores se les pone en el muro donde han de recibir las balas de los detentores provisorio del poder, por algo será.

La lista es larga y fastidiosa:  El primero en proponerla es Raúl Isaias Baduel  quien, en 2008 la presenta como válvula de escape (Ver libro Mi Solución, pág 11), y alerta entonces de un ferrocarril sin freno con destino a su destrucción. Meses después  es reo y, se le confina.

Sigue en el mismo catecismo, Diego Arria:  predica abiertamente y luego explica con profundidad en su Hora de  la Verdad,para después encontrarse en forzado exilio, acusado de conspiraciones a las que ni asiste ni conoce.

Leopoldo López, llama a la calle y dice que, esa es la salida; acto seguido recrudecen su proceso judicial y, se le trata como al terrorista Chacal al punto que a sus mujeres le destinan el trato que lo nazis reservaban a las judías en campos de concentración infames. 

Año 2013, este servidor, recorre el país , llama a constituyente y una semana después, un catador de los sudores del hombre del “mazo” -al que conocen como diputado Julio Chávez-, acusa al cronista y su grupo editorial de estar conjurados con Álvaro Uribe  para conspirar contra el gobierno.

Por qué el miedo.

La explicación es sencilla:  Gana el país que, necesita encausar aguas con la constituyente, pero también el chavismo raso que, no disfruta de escoltas y las charreteras de quienes usan la predica en su propio beneficio.

Se obliga el chavismo- que sin duda perderá la constituyente- a elegir a los mejores de su filas-  los hay-  y, sacar a quienes gobernaron  su partido y el país con escorpiones y centellas.

Finalmente, -y aquí termino mis balas de tinta-, dice Henry Ramos Allup (el único líder que puede hoy para el país)  que la constitución del 99 es hecha a medida y calza de su promotor en 1999.  Deja así ver que, hay que reformarla. La constituyente puede hacerlo.

Constituyente no es un crimen, es justicia, para un país que la clama, a grito herido.