Adultos mayores piden a Dios por su salud

Adultos mayores piden a Dios por su salud

Beatriz Silva, de 74 años, lleva un letrero que condena la escasez en Venezuela, en una protesta en la capital, en agosto. Ariana Cubillos AP
Beatriz Silva, de 74 años, lleva un letrero que condena la escasez en Venezuela, en una protesta en la capital, en agosto. Ariana Cubillos AP

Mientras el Gobierno nacional se mantiene en una lucha de poderes contra la Asamblea Nacional usando la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para limitar funciones, en el país se agudiza la escasez de medicamentos para todo tipo de enfermedad, incluso aquellas que dependen de fármacos para mantener la vida de un paciente.

María Fernanda Pérez G. / El Impulso

¿La causa? La disminución de las divisas para cancelar a los proveedores internacionales y en el caso de la producción nacional la falta de materia prima o activos, que en su mayoría deben ser importadas, para poder fabricarlos.





Las personas que sufren de hipertensión, hiper o hipotiroidismo, cáncer, diabetes, convulsiones, lupus y sida, por ser enfermedades de tratamiento prolongado fueron los primeros en Venezuela en sentir la escasez de fármacos, pero con el tiempo tales limitaciones se fueron incrementando hasta no conseguir pastillas anticonceptivas o algún tipo de antibiótico.

Recorrer los centros asistenciales de Barquisimeto significa encontrarse con un sin fin de testimonios de personas que buscan desesperadamente el medicamente indicado en el récipe que fue entregado por su médico tratante, pero después de visitar a más de cinco farmacias sin obtener resultados positivos, sólo les queda encomendarse a Dios.

Ramona Mendoza viajó desde San Joaquín del estado Carabobo hasta Barquisimeto para acudir a su cita médica en Ascardio, tiene 15 años sufriendo de la tensión, pero desde hace dos meses no consiguen las cuatro pastillas que debe ingerir todos los días, entre esas la Coraspirina.

En las últimas semanas se ha sentido muy mal, a punto de ser llevada a un hospital, por lo que decidieron acudir al especialista para que le recomiende otro tipo de medicamentos o que pueden hacer ante la escasez. A ella la acompañaba su prima porque también tiene problemas auditivos y la prótesis que debe colocarse supera el millón de bolívares, recursos con que no cuenta la familia y por lo que han decidido aprender el lenguaje de señas para comunicarse con Ramona.

Como tiene parientes en Barquisimeto, ellos la ayudan buscando las medicinas en las farmacias de Lara para después enviárselas.

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