Pedro Vargas: El problema de la impunidad en Venezuela

Pedro Vargas: El problema de la impunidad en Venezuela

thumbnailpedrovargasLa delincuencia aumenta en la medida en que hay impunidad, cuando el individuo percibe que el Estado está fallando en castigar las conductas contrarias a la Ley, esto trae como consecuencia un incremento automático en la criminalidad. Uno de los factores primordiales que se busca en la aplicación de una sanción al infractor de la Ley penal, es lograr que el delincuente se le impida causar nuevos delitos y disuadir a los demás a hacerlo. Cuando las personas se percatan de que la ilicitud de sus conductas no conduce a un castigo, y por el contrario, perciben un éxito en las mismas, todos aquellos sujetos proclives al delito se comportaran similarmente.

Actualmente podemos observar que los índices de la perpetración de delitos en Venezuela han aumentado, y específicamente llama poderosamente la atención el número de secuestros que se producen diariamente. Esto tiene una explicación muy sencilla, pues, en estos casos, generalmente los familiares de la víctimas deciden pagar el rescate sin acudir a la autoridad, lo cual, hace que los delincuentes no teman a ser sancionados por sus conductas ilícitas, y por el contrario los beneficios económicos obtenidos serán muy significativos. Por lo tanto, la frecuencia de este delito será mayor, porque, la conducta de los seres humanos, en buena parte, se encuentra determinada por sus consecuencias.

Claro está, no es sólo la represión lo que nos va a ayudar a disminuir los niveles de criminalidad, sino también se hace necesario una política social que atienda los problemas tales como la pobreza, la familia, la salud. Y, primordialmente se requiere de un sistema educativo el cual inculque a nuestros niños los valores morales, pues, actualmente nuestra sociedad está dejando de un lado estos valores, y en su lugar actúa en lo que se puede denominar antivalores.





La Sociedad se encuentra sumergida en un estado de anomia, donde el respeto, la honestidad, el trabajo, la tolerancia, la responsabilidad, son valores que se han ido extinguiendo. Ahora bien, cuando esta situación se llega a reflejar en los patrones de conducta de aquellos que rigen las Instituciones involucradas en la Administración de Justicia (Policías, Fiscalía y Tribunales) trae como consecuencia una mayor corrupción y por ende, menos castigo a los ofensores de las normas penales. Produciéndose, la inmediata desconfianza del ciudadano en los entes que castigan los delitos, por ello, se escucha muy a menudo a las personas manifestar que confían en la Justicia Divina, y no en sus autoridades.

Por el contrario, cuando los que dirigen estas Instituciones Públicas gozan de credibilidad y se aplica la Ley para castigar a los autores de delitos, la criminalidad disminuye, se ubica en límites tolerables. Porque, los integrantes de la sociedad confiarían en dichas Instituciones, se lograría con ello, una integración de la ciudadanía al tema de la seguridad, evitando con esto la impunidad de los delitos y produciéndose el castigo de los mismos. El grado de inseguridad que se padece en Venezuela en estos momentos, requiere por parte de las autoridades competentes, se dediquen a buscar una solución efectiva y expedita a este grave problema, no hay tiempo para seguir improvisando en esta materia, los venezolanos claman y tienen derecho a vivir en un país donde exista seguridad personal.-