Nuestros presos politicos, por Miguel Méndez Rodulfo

Nuestros presos politicos, por Miguel Méndez Rodulfo

Miguel Méndez RodulfoUna de las cuestiones que más contribuye a lesionar la imagen de este régimen en el mundo es la manera como desprecia e irrespeta los derechos humanos. Para las democracias del mundo este es un asunto delicado, grave e intolerable. La existencia de presos políticos, de presos de conciencia, es considerada en todas las instancias supranacionales como una afectación imperdonable a la democracia y al estado de derecho. Cuando uno observa que la principal condición para la adhesión de un país a la Unión Europea, es que existan instituciones independientes que garanticen los derechos humanos, se da cuenta que cuando se configura el incumplimiento de este precepto, no hay incorporación posible; esto ha dado lugar en la práctica a que Turquía, por ejemplo, durante décadas no se haya podido constituir en miembro de la UE. La humanidad ha reflexionado y madurado mucho con respecto a la defensa de los derechos humanos: la Corte Penal Internacional, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de la ONU para la Defensa de los Derechos Humanos, Human Right Watch y miles de ONG que a nivel planetario se dedican a defender a los débiles frente al poder de los gobiernos, es prueba de la importancia de este tema.

En el caso de Leopoldo López, nuestro más emblemático preso político, cuya sufrida figura recorre al mundo a diario, a través de los noticieros, periódicos y redes sociales, este régimen despiadado no se conduele en absoluto y humilla no solamente al político reducido al enclaustramiento, sino que maltrata también a su esposa y a su madre, haciéndoles más penoso a estas damas trajinar con tan injusta causa. No menos importante y sentida, es la situación de Manuel Rosales cuya dignidad pretende doblegar y mancillar este gobierno moribundo. Rosales Guerrero, como lo indica su apellido, no cede un ápice en sus principios y desde la minusvalía enfrenta con resiliencia el fragor de la infamia. Para quien conoce a Manuel, no es de extrañar su entereza, su condición de hombre íntegro y su valor a toda prueba. Antonio Ledezma, es otro de nuestros líderes fundamentales, encarcelado por el delito de pensar diferente, de hacerle frente con hidalguía y pundonor a este régimen corrompido que abusa de la fuerza, intenta amedrentarnos encarcelando arbitrariamente a nuestros políticos ilustres y se vale de bandas armadas para intimidar a la población.

Los casos recientes en que se difieren reiteradamente las apelaciones de Leopoldo López, por el motivo más baladí, evidencia lo poco que este gobierno nefasto respeta la ley. El impedimento al acceso de los abogados españoles de Leopoldo, es sólo una prueba más de esto; igualmente la prohibición de la visita de la Comisión de DDHH del Parlasur al Alcalde Ledezma, ratifica lo antes dicho. Daniel Ceballos, igualmente sufre cárcel. Pero no solamente este régimen desalmado apresa a políticos importantes, sino que destacados luchadores como Villca Fernández, Rosmit Mantilla Renzo Prieto, Ronny Navarro, Juan Giraldo, Leocenis García, Raúl Emilio Baduel, Comisarios Juan y Rolando Guevara, han ido a parar con su humanidad a las mazmorras del gobierno. No sabemos si esta actitud de “matón de barrio”, es una manera de adelantarnos que así como no se cumple la ley en materia de derechos humanos, así mismo se incumplirá la letra constitucional que prevé el referéndum revocatorio.





El gobierno juega con fuego, su actitud de que no le importa lo que pueda pasar con un pueblo hambreado, que siente que no hay salidas por ningún lado, es altísimamente peligrosa. Es verdad que a todos nos afectará el caos, pero lo que es seguro es que el régimen no saldrá indemne, luego el revocatorio es una salida constitucional, ordenada que le permitirá al PSUV mostrar un talante democrático que le signifique sobrevivir en el panorama político venezolano y concurrir, como partido democrático a futuras elecciones.

Miguel Méndez Rodulfo

Caracas 8 de julio de 2016