Dios nos agarre confesados, por Andrés Eloy Camejo

Dios nos agarre confesados, por Andrés Eloy Camejo

thumbnailAndrésEloyCamejoEn Venezuela se requieren 19 salarios mínimos para poder adquirir la canasta alimentaria para una familia de cinco miembros, y es que el precio de la misma para el mes de octubre de 2016, se ubicó en 429.626,08 bolívares, aumentando Bolívares 24.173,60 con respecto al mes de septiembre y 514,9% entre octubre de 2015 y octubre de 2016. No obstante, todos estos incrementos y la inflación, repercuten directamente en la alimentación del pueblo venezolano, por cada día son más venezolanos que entran al estatus de pobreza extrema y de desnutridos, porque simple y llanamente ya no se les garantiza ni siquiera una comida al día.

Lo que era considerado tiempo atrás como comidas ordinarias y propias de los sectores más populares, hoy se convirtieron en grandes manjares inaccesibles para la gran mayoría. Arroz con caraotas negras y tajadas fritas, huevos fritos con arepa y mantequilla, sopa de costilla y hueso rojo, espagueti con sardinas y así muchos de estos menú con lo que resolvía la gran mayoría, hoy no pueden comerlo porque debido a la escasez y a los altos precios de los mismos, no alcanza.

Cada día los precios se disparan de una manera exorbitante y los alimentos importados que ha traído el gobierno, sólo un 20% de la población tiene acceso a los mismos, porque los precios son muy parecidos a los de los bachaqueros, entonces, ahora mucha gente se encuentra en esta disyuntiva, si comprar a precios dolarizados o simplemente morir de hambre, porque es muy falso que las bolsas de los CLAP, ayudan al pueblo a mitigar el hambre y la agonía de los estómagos vacíos, porque 1 kilo de arroz, 1 kilo de harina, ½ kilo de pasta, 1 litro de aceite y papel toalet en el mejor de los casos, se va en una semana en una familia de cinco miembros, y los bárbaros y desalmados del gobierno pretenden que les alcance para un mes.





Por ejemplo, el aceite aumentó en un 50,7%, los cereales y productos derivados 28,9%, la mayonesa en 16%, el café en 7,4%, la leche, queso y huevos en un 25%, la carne, el cochino y el pollo, todos los días sufren variaciones en su precio y ni hablar del pescado. Los embutidos como salchichas y mortadela que eran una gran paliativo para las amas de casa, hoy día son considerados artículos de lujo que no se pueden consumir, y así productos como la mantequilla, el atún enlatado, las sardinas enlatadas y los granos, tampoco se escapan de esta realidad, y aunque los vemos en los anaqueles, la gente los deja allí de adornos porque no pueden comprarlos, porque adquirir un producto de estos significa comprometer el 50% del ingreso mensual con un salario mínimo.

Lamentablemente para el país, Maduro está propiciando una generación de gente desnutrida y con un bajo coeficiente intelectual, por la falta de nutrientes que van ligados a peso, estatura e intelecto, y de seguir así cada día será más gente adulta atrofiada por la falta de comida, porque en el 70% de los hogares, hoy hay que sortearse qué comida del día hacer porque para los tres golpes no alcanza, y hoy un 15% de la población se alimenta de la basura, y en contraparte a esta realidad, tenemos un gobierno mitómano que desmiente esto y que infla cifras de récord alimentarios para hacer ver que somos un país modelo en cuanto al tema alimentario.

Andrés Eloy Camejo

Diputado a la Asamblea Nacional

Acción Democrática

@AndresECE