Roberto Enríquez: Samper, Unasur y Venezuela

Roberto Enríquez: Samper, Unasur y Venezuela

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El hecho de que Ernesto Samper haya decidido no presentarse para la reelección como Secretario General de UNASUR es un indicador de que las cosas han cambiado en esa instancia subregional; la verdad es que sería ingenuo pensar que Samper no se presenta porque está cansado o se siente realizado con la labor cumplida; al observar los cambios políticos experimentados en la mayoría de los países que integran UNASUR salta ante nuestra vista la furtiva sospecha de que esa mayoría de Estados miembros no lo quieren allí.

Argentina, Bolivia, Brasil, Guyana, Ecuador, Paraguay, Surinam, Perú, Chile, Columbia, Uruguay y Venezuela son los países que integran UNASUR; en varios de ellos se han presentado cambios en su ecuación política; entre los más emblemáticos, Argentina y Brasil. Ernesto Samper ha sido un Secretario General de UNASUR, por decir lo menos; muy gris. Un liderazgo opaco que no fue capaz de promover la integración subregional y lo más grave, fue marcadamente colaborador con los regímenes autoritarios y populistas del continente.  Ahora a Samper le están pasando la factura, como suele decirse en el argot político.





Quiero poner las cartas en la esperanza de que el próximo Secretario General de UNASUR sea un líder profundamente comprometido con el respeto a los Derechos Humanos y los valores democráticos. Como venezolano tengo el derecho a aspirar que el caso Venezuela sea tratado con seriedad, diligencia y equilibrio en UNASUR; y mi nación no siga siendo sometida al sainete de simulaciones y complicidades con el gobierno venezolano que dirigió Samper.

Desde la alternativa democrática venezolana debemos movilizarnos para sensibilizar a los Estados miembros en cuanto a la necesidad de que el nuevo Secretario General tenga una hoja de vida que sirva de garantía para el rescate de los principios que inspiran al Tratado Constitutivo de UNASUR sobre compromiso con la Democracia en donde la paz, la solidaridad, la cooperación, el pluralismo, la participación ciudadana, la transparencia, la democracia y el respeto a los derechos humanos universales, indivisibles e interdependientes son los pilares que la rigen.

Creo que la afortunada salida de Ernesto Samper de UNASUR nos abre la oportunidad a los venezolanos, de lograr que esa importante instancia internacional sea realmente diligente en la defensa de la democracia y los derechos humanos en nuestra amada y sufrida Venezuela. Cuanta falta hace.