Sin producción nacional, continuará la hambruna, por Andrés Eloy Camejo

Sin producción nacional, continuará la hambruna, por Andrés Eloy Camejo

thumbnailAndrésEloyCamejoMientras a Nicolás Maduro se le va el tiempo miserablemente en peleas con todo el que levanta su voz de protesta; en desconocer la Constitución Nacional; en cambiar ministros e imponer gobernadores; en hablar paja en cadena nacional, tenemos una realidad latente que no es otra que el hambre de nuestro pueblo, quien ya no consigue qué comer para mitigar el hambre y la fatiga diaria, porque es cuesta arriba para cualquier hogar venezolano, poder alimentarse en niveles de calidad y con todos los nutrientes requeridos.

Un estudio reciente presentado por el Observatorio Venezolano de la Salud, revela una cifra muy grave, el consumo de cuatro alimentos al día de los 20 tipos que debe consumir una persona para considerar que tiene una dieta adecuada. El OVS alerta que hay una doble carga de malnutrición debido a la escasez y al alto costo de la vida. No obstante, éstos inciden directamente en el registro de la doble carga de malnutrición en el país, lo cual es una señal de alarma para la salud del pueblo venezolano.

El estudio revela que podemos ver a una persona obesa y creer que está alimentada, pero puede presentar un déficit de nutrientes que le hace anémica. De igual forma vemos cotidianamente muchas personas que han bajado más del 60% de su peso corporal debido a la ingesta de nutrientes.





El venezolano por muy humilde siempre tuvo en su mesa arroz, pasta, arepa, pan, granos, carne, pollo, queso, huevos, embutidos, verduras y tubérculos que los rendian y los mantenía bien alimentados. Pues bien, con esta economía de guerra impuesta por Nicolás Maduro, ya ni siquiera el café y el bocado de pan, con lo que se levantó y se formó mucha gente, hoy son negados por la revolución, que como solución a esta soberana crisis, da como alternativa una bolsa de los CLAP con 2 paquetes de harina pan, 1 kilo de arroz, 1 kilo de pasta, 1 litro de aceite y un kilo de sal para que las familias las rindan durante un mes. Esta realidad es asqueante porque mientras Nicolás Maduro le pide al pueblo venezolano que muera de hambre en nombre de la revolución, los jerarcas del socialismo, están bien gordos y bien alimentados.

Maduro no ha querido entender que el problema de fondo no es la distribución sino la producción de alimentos y he alli la gran crisis alimentaria por la que atravesamos y que cada día es peor, porque la cantidad de productos importados que han traído para querer tapar el sol, son altamente caros y el 90% de la población no tiene acceso a los mismos.

Hasta que aquí no haya una sinceración del problema alimentario y se abran las compuertas a las empresas para que puedan producir los alimentos, aquí seguirá el hambre pareja, porque aparte de las mafías que existen para la poca distribución de los alimentos, el problema es de producción nacional, lo demás es seguir dando vueltas para no encarar el problema.

Andrés Eloy Camejo

Diputado a la Asamblea Nacional

Acción Democrática

@AndresECE