Ovidio Lozada: Gobierno al acecho de Primero Justicia

Ovidio Lozada: Gobierno al acecho de Primero Justicia

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El gobierno persigue a PJ como parte de su agenda oculta para evitar un posible relevo generacional en el poder político nacional venezolano que eventualmente sepulte al socialismo del siglo XXI.

Las recientes acciones emprendidas por parte del gobierno contra líderes, dirigentes medios, militantes y contra la propia organización Primero Justicia parece ser una estrategia prioritaria y articulada en esta compleja etapa de la política venezolana que muestra el recrudecimiento de las relaciones entre el oficialismo, con mucho poder burocrático aun, y la oposición, con un abrumador apoyo popular.





Una vez se desencadena el complejo conflicto de hoy causado por la torpeza gubernamental, que le ordena a su brazo judicial (TSJ) precipitar de derecho, lo que de hecho se había consumado, el arrebato de las competencias de la A.N., sin calcular posibles e incómodos efectos colaterales, como la declaración de la Fiscal respecto a las conocidas sentencias “…constituye una ruptura del orden constitucional”, la estruendosa reacción internacional, la misma segunda torpeza del “recule magistral” que reconoce el golpe y le “echa tierrita”, obviando sus inobjetables magnas consecuencias y por último el maremágnum en la calle que ahora tiene rostros inocultables, donde destacan algunos de PJ, que el gobierno sin tapujos, aspira a sacar del juego, y con esta jugada avanzar en esa agenda que aquí denuncio, ya no tan oculta.

Lo cierto es que en este episodio, casi épico, sobre el cual se montó la Venezuela democrática, donde el gobierno sabe que expone su pescuezo, coincidió con unas estructuras partidistas opositoras vigorizadas producto del tiro que se les salió por la culata con aquello de las validaciones, que si bien aún no oficializan sus resultados definitivos, reavivó apegos partidistas y sirvió de antesala al musculo movilizador de los aliados del frente unitario opositor que ahora muestra sus dientes en las calles de la Venezuela profunda, con un protagonismo visible de PJ y VP, que en el hilo conductor de este ejercicio, representan ese estamento generacional que les es muy incómodo al gobierno en el presente y de cara a su futuro.

En ese envión donde se quedaron, lamentable e injustamente, varios partidos y algunos actores, cinco organizaciones políticas florecieron y parecieran ahora robustecidas con sus liderazgos presidenciables de cara a lo que se avecina: Avanzada Progresista (AP) de Falcón, Voluntad Popular (VP) de López, Primero Justicia (PJ) de Capriles/Borges, Acción Democrática (AD) de Ramos Allup y Un Nuevo Tiempo (UNT) de Rosales.

Es esta oscura intención, el gobierno pretende sacar del juego, con sus artimañas de abuso judicial y de violación constitucional, a la que divisa como la alternativa política generacional por sus modernas estructuras partidistas y nuevos liderazgos representada en PJ y VP, posiblemente porque considera que estos partidos están más lejos como para alcanzar con ellos un acuerdo de transición que le favorezca, ya que de llegar a alcanzar el poder nacional impulsarían un modelo liberal-progresista que podría hacer claudicar de raíz las reminiscencias del ya desgastado e ineficiente modelo socialista del siglo XXI.

Respecto a los otros 3 partidos de oposición restantes, el gobierno y su sala deben estar manoseando lo que someramente se extrae hoy de esa opinión política agitada y expectante, que sin la mayor rigurosidad técnica me atrevo a plasmar en lo sucesivo.

Con AD pueden pensar que les será más fácil confrontar ya que tenderían a reutilizar la misma artillería de mercadeo político que Chávez empleó pero esta vez en contra del que consideran el último de los mohicanos de la 4ta república, que pareciera tener justificables reservas en las nuevas generaciones, y podría permitirle a la jefatura de campaña oficial, reavivar el sentimiento y las consignas guerreristas del “comandante supremo” que tanto dividendo político les generó.

Con AP pareciera existir una especie de hermandad originaria subrepticia por aquello de provenir del mismo pozo político, por lo que algunos amigos en común podrían operar para tender los puentes necesarios para el entendimiento mínimo político, de modo tal de garantizar que el agua nunca se desborde, haciendo la cosa menos incómoda y más fácil de moldear.

Por último, con UNT, ocurre hoy una duda que parece infinita y algo arraigada que involucra una especie de acuerdo de su líder con el gobierno para zafarse del sometimiento judicial, lo que deja en la opinión pública una estela de incómodas sospechas, difíciles aunque no imposible de desmontar, y donde el gobierno juega para garantizarse una carta más sencilla a la hora de una confrontación.

Con VP, pareciera que están persuadidos a seguir asumiendo el costo político nacional e internacional de la injusta prisión de López a la par de seguir golpeando y persiguiendo a sus dirigentes más connotados bajo el cliché de calificarla siempre en su narrativa de organización terrorista e incluso algunos hablan ya que no le darán el placé de la validación. Por lo tanto se presume que pretenden descalificarla para competir.

Con PJ, me detendré por ser el “leitmotiv” de este artículo. Es innegable que Primero Justicia aparece hoy como un partido más fortalecido, más grandecito y maduro, con experiencias de gobierno y parlamentaria, con arraigo ya no solo en las urbanizaciones de las grandes ciudades sino además en el barrio y en la provincia y este cierto protagonismo de PJ parecería estar siéndole, más que antipático, obstaculizante al gobierno en su afán de perpetuarse en el poder.

Con Borges al frente del Parlamento guerreando contra el supuesto desacato y con una agenda internacional exitosa, con una numerosa fracción parlamentaria fajada protagónicamente con los grandes temas nacionales y una nueva generación de diputados que cogen aplausos del soberano por su gallardía y rebeldía al frente de la movida en la calle, con un pre-candidato presidencial que a diferencia de las otras organizaciones políticas es distinto al jefe de la estructura partidista y con un partido activo en todas las parroquias del país que exhibe números y organización nada despreciables, había que suponerse la reacción lógica del gobierno en ufanarse por abrirle un expediente a PJ valiéndose del supra poder que usufructúan y del cual abusan para montarlos en la olla y sacarlos del juego.

Por eso aseguro que el gobierno anda al acecho de Primero Justicia. Inhabilita injustamente a Capriles por 15 años, quitándose de encima al pre-candidato presidencial que más le ladra en libertad ya que el otro le ladra pero desde su mazmorra.  Persigue a sus dirigentes tratando de involucrarlos en sus novelas policíacas para apresarlos y con ello engrosar el expediente en contra del partido, tal como está ocurriendo con la injusta detención y aberrante tortura de los morochos Sánchez.

Ahora parece “recular” de  haber dejado en libertad a Capriles, buscando llevarlo, otra vez, tras las rejas antes que inicie la campaña nacional que prometió liderar hasta sacar a Maduro de Comandante en Jefe de la FFAA, procurando involucrarlo en los actos vandálicos que el mismo gobernador denuncia primero como obra del propio gobierno por medio de sus operadores y principalmente del ministro Reverol, diciendo que lo llevará, con pruebas, a La Haya por delitos de lesa humanidad.

Algunos dicen que ya están revisando con el CNE como quedan en la foto si invalidan al partido amarillo y con el TSJ, la CGR y la misma sala, cómo se vería si privan de libertad, arbitrariamente, a Capriles. Todo parece indicar que existe la pretensión de dejar a PJ fuera de competencia al igual que VP y con esta acción garantizar la frustración de un posible relevo político generacional en el poder nacional, al cual me he referido.

Amanecerá y veremos, pero lo cierto es que el gobierno sigue al acecho de los justicieros y estos no tienen la más mínima intención de bajar la guardia, al punto de tener que incorporar a la lucha, sugiero, la búsqueda de una instancia de transición inmediata a un posible desenlace a favor, que les garantice la vuelta al ruedo de la competencia electoral y su habilitación político-partidista, en caso de que el gobierno logre este supuesto cometido.

Además PJ siempre hace referencia que en la re-instucionalización de la Venezuela por venir deberá desarrollarse una actitud de tolerancia democrática hacia quienes finalmente representen los intereses políticos e ideológicos de quienes hoy gobiernan.

Lo que pareciera tranquilizar del lado de la alianza democrática opositora es el compromiso de confrontar juntos el devenir político, de modo tal de reivindicar, a todos, los derechos injustamente arrebatados y llegado el momento de la recuperación del orden constitucional, democrático y de derecho, ir a las tan anheladas elecciones con un sólo candidato, que sea el producto de una primarias transparentemente administradas y con una altísima participación ciudadana.

ovidiolozada@gmail.com (Consultor político)