Detenidos de El Trigal: Entre el psicoterror y las agresiones

Detenidos de El Trigal: Entre el psicoterror y las agresiones

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Gritos de terror alertó a los manifestantes que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se acercaban a el distribuidor El Trigal. A pesar de la que protesta era pacífica y que la mayoría de los presentes estaban partiendo a sus hogares 35 personas fueron detenidas, reseña El Cararabobeño.

La convocatoria partió de tres puntos en Valencia y tuvo como destino Mañongo, en las adyacencias de la Mansión del Pan, lugar en el que funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron a 14 jóvenes ayer, que fueron liberados a las 11:00 p.m. luego de permanecer retenidos nueve horas.

Un grupo de 200 personas regresó caminando desde Mañongo hasta El Trigal, punto reincidente de encuentro entre los manifestantes. Con banderas y gorras tricolor estuvieron hasta la 1:00 p.m., hora en la que varios de ellos comenzaron a retirarse.

La tranquilidad se esfumó al llegar los efectivos a El Trigal, los manifestantes comenzaron a correr. José Domínguez* con otro grupo de personas estaban en una camioneta doble cabina, ya iban a retirarse a sus casas cuando escucharon el grito de uno de los guardias: “Bajense de la camioneta”.

Dominguez solo sintió cuando “algo” impactó con su bolso, presume que fue una bomba lacrimógena, el termo del agua que tenía en el morral lo protegió, el metal quedó abollado pero él no sufrió daños.

Varios efectivos armados pararon el vehículo, a las fuerzas bajaron a los ocupantes, la marca en el brazo de Domínguez demuestra la agresión de la GNB. “Luego nos sentaron en el piso con el resto de los detenidos, algunos de ellos no formaban parte de la protesta, estaban en sus carros” detalló el joven.

A todos los sentaron en el asfalto, una de las chicas detenidas que no formaba parte de la manifestación quiso decir algo, solo recibió un jalón de cabello y groserías por parte de los Guardias Nacionales.

Un autobús aguardaba a poco metros, era un transporte común y corriente, no tenía identificación de la GNB. Los manifestantes se negaron a subir ya que los efectivos no poseían pruebas que los incriminaran en actos delictivos, les habían revisado sus pertenencias dos veces, pero eso no importó, uno de los guardias los amenazó con una granada que llevaba en mano, comentó el joven.

Eran 35 personas detenidas, en el grupo habían dos menores de edad, todos estaban en el autobús sin saber a donde iban. Una de las damas preguntó a una efectivo de la GNB la dirección a donde los llevaban, recibió como respuesta: “callate la boca o lanzó una bomba lacrimógena aquí adentro”, no tuvieron otra opción que esperar.

Al llegar al Destacamento de la GNB en Ciudad Chávez, lugar donde fue instaurado el Tribunal Militar, colocaron a las 35 personas en una misma habitación de tamaño reducido. Les negaron llamar a sus familiares y les quitaron sus teléfonos.

Pasaban las horas, recuerda Domínguez, en la habitación entraban los Guardias y hasta fiscales, cada uno decía algo distinto. “En un momento nos comentaron: Ustedes serán enjuiciados, en 48 horas irán a el Tribunal Militar, la mayoría de las chicas comenzaron a llorar”

Más tarde otro guardia entró y les dijo que serían liberados, la confusión los invadió, hasta que no fuesen puestos en libertad no lo creerían. Luego de varias horas su salida fue verificada, en grupos de tres y cuatro personas los cambiaron a otra habitación donde debían firmar un documento que constara que no recibieron ningún tipo de agresión “cosa que es falsa, pero solo queríamos salir de allí”

Como delincuentes, cada uno sostuvo un cartel con su nombre y cédula para una foto. Domínguez no olvidará este día, sabe que el Gobierno busca crear miedo, pero no lo logró, ahora siente más ganas de luchar ante la injusticia.

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