Una cosa es somos, otra Soy Venezuela, por @ArmandoMartini

Una cosa es somos, otra Soy Venezuela, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini
Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

 

Como comprenderán, al menos aquellos que superaron el cuarto grado de primaria con caletres necesarios y notas razonables, los tiempos verbales son indicativos de claridades.

“Somos” es asunto de masas, de personas y sentimientos escondidos entre muchos, lo anónimo, la masa sin personalidad dentro de la cual cada persona y cada voluntad se diluye, se esfuma.





“Soy” es la asunción del yo, compromiso personal, del voy pa’lante a cara descubierta y sin pretextos, paraguas ni escondrijos, sin hipocresía.

Sea cual sea la razón por la cual el oficialismo se ha empeñado en crear un partido político con ese nombre, es mucho más que una simple copia del creciente movimiento de alianzas liderado por María Corina Machado, Antonio Ledezma, Diego Arria y quienes les acompañan, Asdrúbal Aguiar, Enrique Aristeguieta Gramcko, Nitu Pérez Osuna, Oswaldo Álvarez Paz, Cecilia Sosa Gómez, Blanca Rosa Mármol, Germán Carrera Damas, Carlos Blanco, Alfredo Coronil Hartman, Alfredo Weil, Agustín Berríos, Víctor Maldonado, Pablo Aure, Alfredo Mago, Antonio Sánchez García, Aquiles Martini Pietri, Cipriana Ramos, Delia Orta, Erick del Búfalo, Helen Fernández, Juan Pablo Olalquiaga, Luis Manuel Aguana, Julio Jiménez Geldre (Julio Coco), Carlos Ortega, One Chot (Juan David), Oscar Vallés, Yván Olivares, Fabiola Colmenares, Gabriela Montero, Tamara Suju y muchísimas otras destacadas personalidades nacionales, cientos de miles que sería larguísimo publicar, que jamás ni nunca han dado sus brazos a torcer, se han mantenido firmes y rebeldes ante la vergüenza que hoy despedaza a Venezuela.

La realidad y propósito malintencionado es que se preste a confusiones y especulaciones en un chavismo erosionado, desprestigiado, con demasiados años de desgaste y fracasos a cuestas, descomunales compromisos fallidos, alterados, echados al cesto del olvido -aunque no de la memoria y los reclamos ciudadanos que observan cómo esos fiascos se les han venido encima y los aplastan, humillan, los ponen contra paredes que están, ellas mismas, agrietadas. Y también, obvia pretensión, confundir a opositores despistados, que los hay o la MUD no estaría tratando de confundirlo también.

“Somos” no es igual que “Soy”

La propuesta de “Soy Venezuela” no sólo es coherente y auténtica sino clara, comprensible, creíble y tan realizable como necesaria. No plantean abstracciones ni promesas etéreas, van a lo que realmente requiere y necesita el país, con la precisión que exige la urgencia luego del excesivo tiempo de incoherencias, desatinos e hipocresías chavistas-maduristas, pero también de complacientes cooperantes, complicidades recientes quienes se han hecho los ciegos y sordos para enfrentar el régimen que, timoratos, no califican de dictadura. El mejor ejemplo, es el reciente manifiesto de lo que llaman Frente Amplio, -mutación tosca de la MUD-, más de lo mismo, donde no mencionan ni utilizan palabras como dictadura, autocracia, despotismo, tortura, tiranía.

“Soy Venezuela” es un llamado sincero, honesto a participar, a avanzar juntos, brazo con brazo, en una ruta sin ambigüedades. “Somos Venezuela” es una proclama populista engañosa, manipuladora de la misma sumisión de idénticos dirigentes con deleite por las ilegalidades.

“Soy Venezuela” convoca a la libertad, con orgullo alegre y entusiasta para reconstruir una sociedad con objetivos de prosperidad y bienestar, un país que debe ser sacado de la ignominia y marasmo castro-comunista con esfuerzo, conocimiento e inteligencia.

“Somos Venezuela” es el llamado a más de la misma calamidad que no ocultan, vociferando el maléfico y pernicioso Plan de la Patria, lista infame y cadena de errores en acción. Un castrismo a la venezolana, tutelado por la Cuba de Fidel, Che y ahora, Raúl. ¡Una verdadera vergüenza!

“Somos Venezuela” es masa obediente, dócil, gritadora de consignas condimentadas con mentiras, populismo charlatán y embaucador que derraman con criterio de derroche propagandístico. “Soy Venezuela” es razón, estrategia y capacidad aliadas para colocar de nuevo las bases de una nación conocedora de su historia, comprometida con un porvenir que irá naciendo, día tras día, de su propia voluntad y arrojo, no como en “Somos Venezuela” de órdenes militares y partidistas, mandatos que este comunismo rancio y periclitado versión Maduro, que se presentan como si fueran para construir, pero de inmediato se percibe que es para beneficio de los mismos pocos.

“Somos Venezuela” es socialismo que atemoriza, constriñe y degrada a mujeres, hombres y jóvenes para que obedezcan y muestren carteles repletos de embustes de un país que no existe. “Soy Venezuela” invita a meter el hombro y disponer el talento de cada cual, para levantar una moderna y creciente fábrica de bienestar y suficiencia personal, familiar y nacional, sin que tengan los venezolanos la necesidad apremiante de irse para conseguirlos fuera de nuestras fronteras.

“Somos Venezuela” sólo quiere votos disciplinados sin reflexión ni discusiones, para mantenerse en el poder con aprovechamiento de una cúpula que todo lo tiene y nada da, únicamente ambiciona borregos obedientes y sumisos.

“Soy Venezuela” por el contrario, propone eliminar la tentadora y distorsionadora reelección presidencial y plantea la más democrática segunda vuelta, refundar de pies a cabeza la justicia pervertida, reconceptualizar el sector militar, devolver y fortalecer la sana autonomía del Banco Central para evitar los desmanes económicos de políticos incompetentes, abrir camino a una economía vigorosa y competitiva de mercados abiertos, reestablecer el Senado y las más eficientes relaciones, profundamente democráticas, entre el Estado central, gobernaciones y municipios, replantea una política moderna de amistades y diplomacia privilegiando la sintonía con naciones y pueblos plenamente democráticos y respetuosos de los derechos humanos.

“Soy Venezuela” no es otra politiquería mezquina, sórdida y tramposa; cometen errores y quién no, pero escuchan y corrigen, son la ruta a la eficiencia con ánimo, vigor y elevación del espíritu, voluntad y logros de ciudadanos con personalidad propia y verdadero orgullo de ser venezolanos cargados de tradición y fuerza del siglo XXI, tiempo que es para el desarrollo; pero para quienes, por desgracia e infortunio disponen, es temporada de humillación, errores y esclavitud.

“Somos Venezuela” es Cuba, “Soy Venezuela” es Venezuela.

@ArmandoMartini