AD, errores, rectificación y asertividad futura, por Justo Mendoza

AD, errores, rectificación y asertividad futura, por Justo Mendoza

Justo Mendoza

 

En torno al retiro de AD de la MUD, y en la búsqueda de una interpretación realista de causas y razones hay que ubicarse en dos líneas de acción de AD (y de Henry Ramos):

una, la referida al “golpe” político que irónicamente le infringió al partido blanco su propio modesto triunfo obtenido en las elecciones regionales por el mal manejo comunicacional y el tartamudeo decisional respecto a sus 4 gobernadores; lo cual materialmente paralizó a AD y disminuyó ostensiblemente la imagen de HRA. De seguido AD acepta la abstinencia electoral en las municipales, con lo cual agrega un segundo error táctico que le abre una crisis interna: esa abstinencia electoral trató -creyó HRA- de consolidar un frente sólido en la MUD, solidarizándose con PJ y VP, al anular el régimen sus inscripciones partidarias. AD creyó liderar un frente político y cometió su tercero y gran error: abstenerse en las presidenciales, amarrarse a la estrategia inmediatista frente al gobierno y desmovilizarse en esa crucial oportunidad.

Las respuestas a ese “sacrificio” no correspondieron a este: estamos frente a un partido insatisfecho, ante un liderazgo partidista burlado que sospecha de una mala jugada. Por eso AD apela al compromiso del 19 de julio del 2017 con el cual “el partido del pueblo” se sentía protagonista, cómodo, y con una opción clara de protagonismo presidencial. De alguna manera el error de AD fue doble: estratégico, pues su participación electoral era clave para su vigencia formal; y político, puesto que su relación de alianza para crecer lo llevó a los peores resultados que finalmente aterrizaron estrepitosamente, con la liquidación, finalmente, de la MUD. Y en esto se inscribe la segunda línea causal.

HRA -contumaz, como el 2016- privilegió su aspiración presidencial, en momentos en que la realidad aconsejaba aliarse con Henri Falcón, el único dirigente que circunstancialmente podía ser candidato y que   además -para beneficio de HRA- encarnaba una transición corta que abría una constitucionalidad generosa al Secretario General de AD. Pero HRA sucumbió al feroz vendaval descalificatorio y se atolló en el abstencionismo (contrariando una tradición en AD que es un partido sufragista), igual le ocurrió el 2005 cuando se vio empujado al abstencionismo en las parlamentarias por el engañoso protagonismo de los medios, en particular Globovisión.

El destino precario de la MUD, con la salida de AD, no se discute; es muy posible que el efecto dominó agarre a VP que no querrá apagar la luz acompañado de PJ.

AD ha anunciado su vuelta a la primigenia y exitosa acción y activisno en las bases sociales, lo cual le generará en el corto plazo un calentamiento con ganancia de masa militante y presencia mediática. Mas ese retiro táctico, necesario pero transitorio, debe encadenarse a un proyecto de amplio espectro que lo articule a una fórmula unitaria. El “filling” en AD, y otros partidos respecto de AD, para aliarse no es fácil puesto que es el primer partido de oposición, en militancia, como también pareciera ser determinante la aspiración irrefragable de HRA a ser candidato.

En el corto plazo la decisión de AD calificará como acertada, pero el segundo paso para evitar el “solos contra el mundo” mostrará, de ser efectivo, un cambio significativo que va a requerir de HRA un acto de desprendimiento que privilegiará al partido hacia un protagonismo en lo que vendrá.

 

Justo Mendoza

Doctorado en Estudios Políticos-ULA

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