Bolívar Soberano se vuelve a devaluar tras nueva subasta del Dicom

Bolívar Soberano se vuelve a devaluar tras nueva subasta del Dicom

/ AFP PHOTO / Federico PARRA

 

La moneda de Venezuela, el bolívar, se depreció 4,25 % frente al dólar estadounidense en las primeras 10 subastas del relanzado mercado oficial conocido como Dicom, que arrancó a finales de agosto a una tasa de 60 bolívares y una devaluación de 95,8 % en el signo local.

EFE





El Banco Central de Venezuela (BCV) informó este viernes que la décima subasta cerró con una tasa promedio de 62,66 bolívares por cada dólar, un incremento del 4,43 % en el precio de esta divisa que supone además una devaluación de la moneda venezolana en 4,25 %.

Aunque se desconoce el monto canjeado este viernes, el ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, informo que en las primeras dos subastas de esta semana que las operaciones alcanzaron los 8,5 millones de dólares y la semana pasada fueron casi 12 millones de dólares.

“El volumen de divisas transadas (canjeadas) en el mercado cambiario, es una señal de confianza muy importante. Paso a paso vamos cerrando camino al dólar criminal y abriendo espacio a una economía sana, que nos está devolviendo el equilibrio arrebatado por la guerra económica”, indicó el ministro en Twitter.

La tasa de 62,66 y de 72,08 bolívares por cada dólar estadounidense y euro, respectivamente, es la misma que manejan hoy las casas de cambio autorizadas por el Gobierno de Nicolás Maduro para operar en el país.

Estos sitios no venden ningún tipo de monedas y solo compran, por lo que sus operaciones siguen siendo pocas debido también a la rentabilidad que hallan los cambistas en el mercado paralelo e ilegal donde el precio de la moneda estadounidense es casi el doble del que maneja el BCV.

El Ejecutivo puso en marcha a finales de agosto un llamado “programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad” con el que espera sacar al país de la severa crisis en que se encuentra.

En materia de divisas, este plan incluye la autorización de las entidades financieras como operadores cambiarios, aunque todavía ningún banco compra ni vende dólares, y la restricción del uso de cuentas nacionales desde el exterior para evitar, según el Gobierno, delitos como la legitimación de capitales.