Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a Arabia Saudita este verano boreal que elevara su producción de crudo para compensar la reducción de exportaciones de crudo de Irán, Riad dijo rápidamente a Washington que lo haría.
Sin embargo, Arabia Saudita no recibió advertencia alguna cuando, en un giro de los hechos, Trump ofreció generosas exenciones que permitirán que siga habiendo mucho crudo iraní en el mercado, en vez de bajar a cero los envíos del archirrival de Riad, dijeron fuentes de la OPEP y de la industria.
Irritados por la decisión estadounidense, que generó preocupaciones sobre el abastecimiento, Arabia Saudita evalúa ahora un recorte de producción con la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados de cerca de 1,4 millones de barriles por día (bpd) o un 1,5 por ciento del suministro global, dijeron fuentes a Reuters esta semana.
“Los saudíes están muy molestos con Trump. No le creen más y están muy en contra de un recorte. No fueron informados de las exenciones”, señaló una fuente informada sobre las políticas energéticas saudíes.
Washington aseguró que las exenciones son una concesión temporal a aliados que importaron crudo iraní y podrían tener problemas para hallar suministros de forma rápida tras la reimposición de las sanciones estadounidenses el 4 de noviembre.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo el 5 de noviembre que reducir las exportaciones iraníes “a cero de forma inmediata” habría impactado al mercado. “No quiero que suban los precios del crudo”, aseveró.
Una fuente estadounidense conocedora de la situación señaló que “los saudíes iban a enfadarse mucho con las exenciones de cualquier manera, informándoles por adelantado o después del anuncio”. Un funcionario del Departamento de Estado afirmó que “no discutimos las comunicaciones diplomáticas”.
El giro estadounidense elevó la tensión entre Washington y Riad, en un momento en que el primero está presionando al segundo para que aclare por completo el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.
“Los saudíes creen que Trump les engañó por completo. Hicieron todo para elevar los suministros asumiendo que Washington presionaría en favor de sanciones muy duras contra Irán, pero Estados Unidos no les informó de que las sanciones serían más suaves”, indicó una segunda fuente.
Reuters