Ramón Flores: Maduro entrampado y #sinluz

Va cuesta abajo en la rodada y su rostro de ojeras ambulantes lo delata. Ya no habla, solo balbucea, parece un remedo de lo que alguna vez fue. Tan desencajado, anda que en estos días “aclaró” en cadena nacional que es “presidente”, ignorando el refrán que dice “dime de qué te alabas y te diré de qué careces”.

En verdad, durante estos últimos días lo que se ha visto es a un Nicolás Maduro delirando, “calichoso” como se dice en términos periodísticos cuando una noticia no es importante, sin el más mínimo sentido del decoro ni del ridículo, lejos de la más elemental bohonmía para apartarse con algo de dignidad y aprovechar el “puente de plata” que le han tendido distintos factores para que tenga una retirada lo menos traumática posible, tanto para él como para el país.





Y ese es en realidad el verdadero peligro de estas horas que vivimos: que un Maduro que cada vez que habla inspira derrota, despreciado por el pueblo de a pie y por la comunidad internacional, está entrampado por un círculo delictivo que lo mantiene obligado en Miraflores porque si él cae, todos van presos dada la “variedad” de criminales que los rodean, como narcotraficantes, terroristas, además de corruptos y asesinos. Puras “joyas” de la revolución que con voluminosos prontuarios saben que una vez caído Maduro, no solo es que les serán confiscadas sus multimillonarias cuentas bancarias y propiedades mal habidas, sino que hasta una cárcel en Estados Unidos podrían tener en su futuro inmediato ante tanta maldad cometida. Aunque Maduro dé pena ajena casa vez que habla, hay que tomar en cuenta que estos “próceres” son capaces de tomar cualquier decisión con tal de mantenerse en el poder, sin importarles el destino de millones de vidas de venezolanos que hoy están en riesgo. Los “pranes” que lo rodean apelan a cualquier cosa para obligarlo a mantenerse allí, como esa última sentencia del Tribunal Supremo de Justicia del régimen chavista que declaró “ilegal” el estatuto de la transición sancionado por la Asamblea Nacional, ente que ellos mismos condenaron al “desacato” desde el año 2017 y el mes pasado “ratificaron” esa decisión que jurídicamente no aplica para instituciones pero que en el mundillo chavista les sirvió para aplicar su propia normativa “legal” para desconocer al Parlamento y montar una espuria “asamblea nacional constituyente” –valgan las minúsculas y las comillas-, y saltarse los controles que el Poder Legislativo debe ejercer sobre el Poder Ejecutivo.

Por eso es bueno recordar que precisamente son esas leyes de plastilina de Maduro y su combo, así como su mezcla de ignorancia con arrogancia y sus malandrerías, las que llevaron a la mayoría de la comunidad internacional a desconocer su mandato, caso contrario a lo que ocurre con Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como Presidente Encargado de Venezuela, con la primera potencia del mundo como es Estados Unidos a la cabeza, cuando en su discurso del Estado de la Unión, Donald Trump ratificó que nuestro colega diputado es considerado por su administración como el legítimo mandatario del país, lo que denota los niveles de preocupación que genera en el mundo la destrucción que la desgracia chavista perpetra en nuestra patria.

Maduro, que le mete a la brujería, sabe que “tiene el santo de espaldas”, porque hasta ese “Grupo de Contacto” que lideró el gobierno de su “camarada” Andrés Manuel López Obrador para intentar darle oxígeno con el ardid de un nuevo “diálogo”, salió con las tablas en la cabeza en Uruguay, luego que casi todos los países que participaron en ese cónclave se inclinaron por exigir elecciones presidenciales, lo que no estaba en el cálculo de Miraflores, donde horas daban su “pleno respaldo” a la “iniciativa por la paz”, que terminó como el cuento de Chacumbele: “él mismito se mató”.

Insistimos en que solo unos pocos corruptos y unos militares que aún siguen violando la constitución son los que mantienen boqueando a un régimen que el pueblo aborrece por sumergirlo en la miseria más atroz. En medio de lo entrampado que está, Maduro saldría “más barato” dejando entrar la ayuda humanitaria para una gente que en verdad la necesita, en vez de volverse loco y mandar a caerle a tiros a los que solo buscan ayudar a nuestros compatriotas enfermos y hambrientos. No vaya a ser que le pase como el viernes, cuando en plena rueda de prensa con periodistas extranjeros transmitida en vivo por los canales de televisión, volvió a hacer el ridículo al registrarse un apagón. Se quedó #sinluz, en la oscuridad, rodeado de guardaespaldas con cara de pánico.

Ojalá Dios lo ilumine, deje la soberbia y tome la mejor decisión: Maduro, rectifica, y vete ya.

Ramón Flores
Diputado a la Asamblea Nacional
Presidente del Parlamento Amazónico
@liderhumano