Domingo Alberto Rangel: Vamos muy mal

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Me perdonan las y los embolatados pero a mi entender vamos tan mal como al comienzo de la actual tragedia que va para 20 años.

Viendo por el retrovisor me refiero en el párrafo anterior y para que no queden dudas, al estado emocional de la población en el preciso momento cuando nuestro país cogió barranco como elección política. País desorientado pero paradójicamente también presumido de su buena educación entonces dirigida por 40 años desde el respectivo Ministerio, ente que para los que no quieren entender que aquellos lodos trajeron los barriales de hoy, nunca dejó espacio a la excelencia diversificada desde el sector público o privado, gracias a lo cual fue casi un milagro que le permitieran por ejemplo al profesor Emil Friedman introducir la música –específicamente el cuatro que se considera instrumento nacional- en el pensum de su colegio.

Aquel colectivo de entonces, llamado opinión pública, supuestamente bien informado por el consumo diario de medios masivos que intoxicaban mentes con telenovelas cursis, repetidoras de las grandes mentiras como la del “país rico” y otras, diseñadas para estupidizar por igual élites y masas, consiguieron juntar señores y señoras, seguidoras de santones de la cultura, con el ya fallecido amigo Arturo Uslar a la cabeza, para poner tanta gente a repetir ese mantra irresponsable, coreado sobre todo por la clase media donde nací: “no hay nada peor que esto”… refiriéndose a Carlos Andrés Pérez… en comparación entonces con Hugo Chávez… igual como ahora lo hacen las mismas personas, coreadas por hijos y nietos, con Juan Guaidó y Nicolás Maduro.





Hoy poco ha cambiado y si se puede llamar “cambio”, dejo constancia de que la ingenuidad criolla, ahora adoctrinada con el pensum bolivariano que garantiza grado de bachiller o doctor… sin recibir clases en algunas materias por falta de maestro… lo cual no importa mucho… son “menudencias” que se reparan en las redes sociales… es mucho más irresponsable y peligrosa.

No pretendo ser pavoso o negativo sino que pensando en positivo me defino patriota libertario… y así escribo.

Y desde tal perspectiva observo que el fulano Plan País, al desmenuzarse de promesas y clichés, la mayoría incumplibles, vislumbra el mismo fracaso y las mismas trapacerías observadas en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez –segundo gran auge petrolero y primero que se dilapidó- cuando para la historia quedó el endeudamiento corrupto e irresponsable de la Nación, con mediocres resultados.

Aquellos fondos fueron usados para prostituir a mucha gente y crear una bonanza artificial… exportar capitales… sembrar más populismo… tras lo que vino estrepitosa caída.

Durante el último auge dilapidado por esta sociedad a la que pertenecemos, el del chavismo, los Andrades y Gorrines, Boliburgueses y Bolichicos opositores merced a robos impúdicos cobraron cheques de hasta 1000 millones de dólares… ¿Cuanto esperan repartir en esta volada los viejos dinosauros y jóvenes aventureros que Guaidó nombró embajadores –Calderón Berti viaja a contrapelo de la Constitución… con pasaporte español- o los que se frotan las manos pensando repartirse el CNE y TSJ a nombre de Henry Ramos, Rosales, Julio Borges, Timoteo, el Chúo y otros próceres?

Y paro… para dejar tranquilo a Guaidó que siga mintiendo, cayendo a diario en contradicciones, pidiendo acciones para las que la Constitución no lo faculta como invasiones extranjeras, alegrándose de nuestros males, ofreciendo CLAPS etiquetados como “humanitarios”, farsa irresponsable que desde nuestros chats, porque a nosotros nos tienen vetados los grandes medios… señalan los chamos liberales.

Nada: ¡Vamos mal y los cambios solo los haremos quienes si creemos en los mercados!