Sin previa cita: Los contrapesos no se anuncian, por José Luis Monroy

Hola que tal mi gente, Guadó regreso al país el lunes de carnaval y entró triúnfate, pero quien imaginó que al país le bajarían el suiche, y aquí llegó la oscuridad, la cual demostró que no se está preparado para nada, no es posible que con tan aterrador escenario, la respuesta de lo que aquí se llama oposición fuera nula, Escuchando algunas de las intervenciones en la AN, uno sólo podría concluir una cosa: Maduro es un gobernante ineficiente e incapaz que no ha podido resolver el problema del sistema eléctrico; no es un tirano criminal que asesina y somete a un país de todas las formas posibles.
La oposición no existe, porque el sistema cambió por completo, con el control absoluto de la AN, el apoyo incondicional de la población, lo que hoy se considera como oposición no son sino los resabios DE UNOS CUANTOS y eso no los recuerdan a diario todos los días en las conferencias mañaneras.

No existen, en estos momentos la popularidad de Nicolás se encuentra en niveles históricos a la baja: mientras la oposición, que cuenta con un presidente reconocido a nivel internacional y con una gran popularidad, se da a la tarea de no existir, y solo le pone trabas a Guaidó para ejecutar el articulo 187,11 digo yo le pone trabas, en realidad no sabemos si el mismo es parte de la trabas, aquí ya se puede pensar cualquier cosa.





La oposición no existe, porque quienes podrían integrarla no han terminado de entender su propia razón de ser, en un escenario completamente distinto al que enfrentaron hasta hace unos meses. No es que las reglas del juego hayan cambiado, sino que el juego en sí mismo es uno muy diferente; en el pasado, un gobernador podía labrarse su camino a la presidencia con un mensaje estridente y de confrontación: en el presente, el poco arrastre de quien lo ha intentado pone en evidencia que las cosas no son como antes.
En el pasado, las organizaciones de la sociedad civil lograron triunfos legítimos, en contra del propio gobierno que ponía los medios para que pudieran financiarse: en el presente, las mismas organizaciones de las que se sirvió la oposición para evidenciar a sus adversarios, ven en riesgo su viabilidad ante el abandono de la AN. En el pasado, los partidos políticos tenían recursos, y votantes: en el presente, los partidos han terminado divididos, arruinados y, en algún caso, ofrecidos al mejor postor.

La oposición no existe, pero debería existir. Es necesario, y es urgente: los errores —y las malas decisiones— de la administración actual dirigen al país hacia una catástrofe de la que es preciso advertir, y evitar, antes de que sea demasiado tarde. El diagnóstico inicial fue el acertado: hasta el cansancio se lo hemos dicho a los gurús de la AN, pero ellos han preferido reunirse con el mal llamado chavismo democrático, cosa que por demás tampoco existe, solo son unos vagabundos que buscan salvar su pellejo, y así estamos, lo único que le dicen a la población es VAMOS BIEN, ¿bien para donde?

Los contrapesos no se anuncian, sino que se ejercen; la oposición no pertenece a un grupo del pasado, sino a la ciudadanía que, aunque haya votado por el tripulante, advierte los riesgos y le ayuda a cambiar el rumbo. La gente está harta.
La oposición le pertenece a la ciudadanía.

¡Como siempre, usted elige! ,

#ElLiderEresTu

@joseluismonroy