Cristian Silva Potellá: Que no muera la Academia

Las instituciones autónomas de educación superior en el país: Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Carabobo (UC), Universidad de Los Andes (ULA), La Universidad del Zulia (LUZ) y la Universidad de Oriente (UDO), están siendo sometidas sistemáticamente a un proceso de desmantelamiento por parte del sistema dictatorial-comunista que gobierna la nación.

La Universidad de Oriente, Cumaná, cuyo campus funciona en el sector Cerro Colorado de la capital sucrense y fundada en el año 1.958 en los albores de la democracia, se encuentra en el punto máximo de su desaparición física.





Aparte del menguado presupuesto que ni siquiera alcanza para los elementales costos de operación –mucho menos para los estudios de investigación marina, líderes en Venezuela- la delincuencia desatada, y al parecer promocionada, dirigida y protegida por el régimen, está inactivando este centro de educación superior.

Ya son solo chatarras los laboratorios de ciencias, química, biología, de donde han sido sustraídos costosísimos equipos científicos; todos los cables, tuberías de agua, cobre, conexiones y todo tipo de material con algún valor económico.

Compresores de aire acondicionado, repuestos de autobuses que prestaban el servicio de transporte estudiantil y de otras unidades al servicio administrativo; cauchos, baterías. Ya no queda nada de nada en la UDO Sucre Cumaná.

El cuerpo de vigilancia interna desprovisto de armas de fuego, es insuficiente y sin capacidad de contención del despojo a esta universidad orgullo del oriente, de Venezuela y el mundo, por su alto prestigio, preparación académica y científica en todas las disciplinas.

A todo esto, el actual gobernador del estado Sucre, se burla descarada y públicamente de sus autoridades rectorales, argumentando que en vista de la restricción por la “autonomía universitaria”, no le es posible prestar el debido servicio de seguridad y vigilancia a la institución.

Olvidándose que una reciente resolución faculta a las autoridades policiales y militares para prestar la debida seguridad y protección a estos centros de educación superior.

Por otra parte y de manera extraoficial, en la ciudad de Cumaná se comenta del supuesto chantaje de las autoridades del gobierno sucrense, que prestarían apoyo, vigilancia y seguridad a la UDO, siempre y cuando permitan el funcionamiento en sus instalaciones de la Universidad Experimental de la Seguridad, (UNES).

Este clima de zozobra, angustia y desesperación que afecta tanto a estudiantes, profesores, personal administrativo, técnico, mantenimiento y toda la comunidad universitaria, está dando resultados al gobierno en su macabra intención de desaparecer la UDO.

La plantilla estudiantil está reducida a menos del 20% de su capacidad normal. Un significativo número de profesores han renunciado incorporándose a la diáspora buscando mejor remuneración y seguridad a su integridad física, mientras los pocos estudiantes activos deben agruparse para juntos protegerse y recibir clases, cuya frecuencia se ha reducido a una o dos veces semanales.

Así andan las cosas en mi Cumaná, ciudad primogénita del Nuevo Mundo llamada una vez “la Esparta de América” por su alto nivel cultural, académico, científico.

Dios nos proteja.