William Anseume: ¿Día de cuál trabajador?

William Anseume: ¿Día de cuál trabajador?

 

Sí, primero de mayo. En Venezuela nunca la situación laboral fue tan precaria como ahora. Los trabajadores percibiendo menos de un dólar diario (pobreza extrema). Todos los trabajadores públicos y los que reciben salario mínimo (la inmensa mayoría nacional). Los universitarios, hasta profesores en su máxima escala, situados en la misma extrema pobreza. Sin resguardo de ningún tipo en su protección social: salud, vivienda, alimentación, educación, cajas de ahorro, prestaciones sociales, recreación, deportes, protección gremial-sindical; todo arrasado por las cornadas sangrientas de la dictadura.

A los trabajadores no les conviene, de ningún modo, un día más de extensión de este régimen político opresor que los ha desconocido por tanto tiempo. No sólo por ello, por principios que van desde la urgencia democrática: separación absoluta de poderes, elecciones libres y transparentes para el mundo, libertad de pensamiento expresado, respeto ciego a la constitución y las leyes, a los Derechos Humanos; hasta la libertad de escoger una vida, una profesión, un canal de televisión, un lugar donde habitar, un alimento.

A los universitarios tampoco nos conviene un día más de prolongación de esta miseria política, económica, social, moral, ética… El oprobio político del siglo XIX acabó de plano con las universidades, porque en su gestación del caos del Estado pensó que los principales enemigos para la duración de su mandato cruel eran justamente la educación y el trabajo. Esos fundamentos constitucionales debían ser arrasados, como lo han sido, en procura de la dominación.

Señaló Bolívar (fundamental según quienes usurpan el poder todavía hoy), en Angostura, que: “En el régimen absoluto, el poder autorizado no admite límites. La voluntad del déspota, es la ley suprema ejecutada arbitrariamente por los subalternos que participan de la opresión organizada, en razón de la autoridad de que gozan”. Pero, también adujo en esa extensa y densa comunicación que había “pretendido excitar la prosperidad nacional por las dos más grandes palancas de la industria: el trabajo y el saber”. Valoración intensa tanto del trabajo como de la educación, hoy proscritas ambas fuentes nutricias de la sociedad por la tiranía.

Pero no contaban con la rebeldía de trabajadores y de universitarios, que hemos dado la pelea en todos los ámbitos, junto con muchos otros factores de la sociedad venezolana, especialmente el factor político, liderado por la Asamblea nacional que seleccionaron todos los venezolanos como un inicio de dar al traste con este despropósito de la humanidad en que se convirtió finalmente la instauración de Hugo Chávez y su seguidor Nicolás Maduro, con sus demás congéneres.

Hoy intentaremos la marcha gigantesca a la que estamos convocados, con la absoluta convicción por la paz, la democracia, la libertad. Universitarios y trabajadores todos en Venezuela somos un resorte vital para el quiebre definitivo del yugo dictatorial, pero también para el proceso indispensable de reconstrucción institucional y humano de estos escombros. Es es el día de los trabajadores libres. ¡Adelante!

wanseume@usb.ve

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