Griselda Reyes: Consciente de la desunión

Griselda Reyes: Consciente de la desunión

 

En los Estados Unidos abrieron una brecha que todos sabíamos pero que nadie quería reconocer, al punto que se atrevieron cuestionar la opinión del Secretario de Estado, Mike Pompeo, justificando y tratando de acomodar sus palabras, pues fue claro y preciso. El problema en la oposición es que hay 40 personas que quieren ser presidentes, que incluso no mueven más del 3% y a pesar de eso, juran que son los llamados por Dios a ser los que liberen a este pueblo de la tragedia en la que está sumergida, y que no es otra que una tragedia de valores, donde los principios cruzaron la frontera por una de esas trochas, que quién sabe dónde andarán cruzando cualquier páramo de estos países andinos.





En días pasados escuché a un diputado decir que Pompeo no dijo eso, sino que cuando Maduro se vaya habrá 40 aspirantes a la presidencia, no sé qué quiso decir, tratando de justificar la desunión que hay en la oposición, dónde ciertamente hay diferentes criterios políticos pero son incapaces de reunirse para buscar un punto de coincidencia donde puedan trabajar en conjunto. Por el contrario, buscan reunirse a escondidas con el chavismo tratando estrechar lazos de entendimiento y cooperación. Probablemente para no ser víctimas de las acciones que, si puede aplicar el chavismo a la hora de los juicios populares. Eso viene con la nueva Constitución y que entre líneas han dejado colar por las rendijas de las puertas del edificio legislativo.

La oposición entrega hasta la madre y lo vemos cómo son de buenos persiguiendo y acosando a sus mismos aliados y son incapaces de hacer algo cuando atropellan a cualquier ciudadano, ¿Dónde estamos realmente? Venezuela vive lo que pudiéramos decir el cataclismo político del siglo XXI, con políticos sin compromiso ni respeto, donde el valor del humano equivale a nada, se ven casos de estos dirigentes que dependen de una persona y todavía la subutilizan como quien se refiere a un trapo sucio. cuán difícil para un líder debe ser convertirse en un propulsor de la justicia y la compresión, maestro de la buena voluntad con acento de respeto, arraigado a principios de solidaridad. Ese es el deber ser, pero tristemente no es así, los vemos arrogantes y prepotentes donde el verdadero juicio es contra los más débiles, sin que exista algo de devoción por la dignidad humana.

Comencemos a construir desde éste momento una nueva clase política con un gran don de razonamiento, entendimiento y amor al prójimo, una generación que no esté contaminada por vicios del pasado, sino por el contrario sea capaz de construir una nueva manera de hacer política, esa política del valor de la palabra y la responsabilidad por cumplir lo prometido, que el mañana sea visto con un propósito, que exista un proyecto de país que va hacia algún lado en la ruta de una nación totalmente pensada y con respuestas al ¿por qué? ¿y para qué?, Venezuela hoy exige que sea pensada, que sea desarrollada, ya está bueno de esa doctrina de que “como vaya viniendo, vamos viendo” y comencemos a crear verdaderos objetivos con metas claras y realizables, que las generaciones futuras tengan consolidada esa nación con bases sólidas, en este país existen muchas personas honestas, con conocimiento real de lo que se tiene que hacer y hacia donde se puede construir un proyecto con basamentos sólidos.

Ya está bueno de charlatanes de oficio, y de robótica de las redes sociales, vamos del dicho al hecho, pero los venezolanos tenemos que darnos esa oportunidad, de ver esa nación de principio y desarrollo.