La última esperanza ante la extinción del rinoceronte blanco: Inseminación artificial

La última esperanza ante la extinción del rinoceronte blanco: Inseminación artificial

rinoceronte
(ARCHIVOS) Esta foto de archivo tomada el 5 de diciembre de 2016 muestra a un cuidador que calma a Sudán, el último macho conocido de la subespecie del rinoceronte blanco del norte, en Ol Pejeta Conservancy en el condado de Laikipia, al pie del monte Kenia. – Los especialistas se reunirán en Ginebra a partir del 17 de agosto de 2019 para tratar de endurecer las normas sobre el comercio de marfil de elefante, cuernos de rinoceronte y otras especies de animales y plantas en peligro de extinción en medio de la creciente alarma sobre la aceleración de las extinciones. (Foto por Tony KARUMBA / AFP)

 

Los veterinarios extrajeron con éxito los ovocitos de las dos últimas hembras rinocerontes blanco del Norte, en una desesperada acción para salvar a esta especie en extinción, anunciaron este viernes en Kenia los científicos encargados del proyecto.

Por lapatilla.com

La ciencia representa la última esperanza para el rinoceronte blanco del Norte –una de las dos subespecies del rinoceronte blanco– tras la muerte el año pasado a la edad de 45 años del último macho, llamado Sudan, en la reserva keniana de Ol Pejeta (centro).

Las dos hembras, Najin, de 30 años, y su hija Fatu, de 19, son los últimos individuos de su especie y viven plácidamente en Ol Pejeta, donde se les practicó el jueves la extracción de ovocitos.

Ninguna de ellas ha sido capaz de culminar con éxito un embarazo: Fatu padece de lesiones degenerativas en el útero y Najin sufre de una fragilidad en los miembros posteriores, incompatible con un embarazo.

Pero desde hace varios años, un consorcio de científicos y de especialistas para preservar la fauna se esfuerzan en salvar el rinoceronte blanco del Norte, utilizando innovadores técnicas de procreación asistida

“Hemos conseguido extraer un total de 10 ovocitos – 5 de Najin y 5 de Fatu – lo que muestra que las dos hembras siguen produciendo ovocitos y pueden ayudarnos a salvar a estas magníficas criaturas” declaró el viernes el profesor Thomas Hildebrandt, del Instituto Leibniz de investigación zoológica y animal, en Berlín.

– Utensilio de dos metros –

El equipo ha inventado y desarrollado estos dos últimos años un utensilio de dos metros de largo para extraer ovocitos de los rinocerontes blancos, debido a su particular anatomía.

En 2018, este mismo equipo consiguió crear embriones híbridos, resultado de la fecundación de ovocitos de hembras de rinocerontes blancos del Sur con espermatozoides de rinocerontes blancos del Norte. Estos embriones habían sido congelados.

Las extracciones de ovocitos del jueves permiten a los científicos esperar que se creen a corto plazo embriones a 100% de rinocerontes blancos del Norte.

Los ovocitos extraídos, que no pueden ser congelados, fueron inmediatamente enviados a un laboratorio especializado en Italia para ser fecundados con espermatozoides sacados de cuatro machos de esta especie, ya muertos.

Los embriones serán luego implantados en madres portadoras pertenecientes a la subespecie de rinocerontes blancos del Sur.

Actualmente se cuentan cinco especies de rinocerontes en el planeta, entre ellas los rinocerontes negros y los rinocerontes blancos, que se hallan en África. El rinoceronte blanco del Norte es generalmente considerado como una subespecie del rinoceronte blanco, pero los científicos han emitido la hipótesis de que podría tratarse de una especie única.

– Mucha caza ilegal –

En su medio natural, los rinocerontes sufren de pocos depredadores, debido a su tamaño y a su espesa piel. Pero las presuntas virtudes medicinales atribuidas en Asia a su cuerno alimentaron en los años 1970 y 80 una implacable caza ilegal que diezmó el rinoceronte blanco del Norte en Uganda, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo y en el actual Sudán del Sur.

En 2008, el rinoceronte blanco del Norte ya se consideraba extinto en el estado salvaje.

Les rinocerontes modernos recorren los grandes espacios de nuestro planeta desde hace 26 millones de años. A mitad del siglo 19, se estimaba su población en más de un millón de individuos, solamente en el continente africano.

 
AFP
 

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