No le eches la culpa al alcohol… La moralidad no cambia porque estás borracho

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Foto: Archivo

 

Los seres humanos tendemos a menudo a echar al alcohol la culpa de muchos de nuestros actos: ser infieles, llamar a una expareja, dar una mala contestación a un amigo o un familiar… No importa, no éramos nosotros, eran esas copas de más. El problema es que a menudo esto también intenta utilizarse como atenuante frente a ciertos delitos, como la violación.

Por lapatilla.com
Así lo reseña Hiper Textual





¿Empatía o moralidad?

Muchos expertos defienden que el alcohol afecta a la empatía, de modo que alguien que ha bebido más de la cuenta se vuelve incapaz de interpretar las emociones de quienes les rodean.

Esta puede ser la razón por la que muchos dicen cosas de las que luego se arrepienten, por haber hecho daño a su interlocutor. ¿Pero afecta eso a nuestra moralidad?

Para comprobar su moralidad, los participante se sometieron a un ejercicio de realidad virtual en el que tenían que tomar una decisión concreta. Se ve un tranvía desbocado, a punto de descarrilar, que se dirige inevitablemente hacia cinco trabajadores que no pueden oírlo.

El participante se encuentra en una pasarela, justo entre el tranvía y los trabajadores y, frente a él, hay un hombre de gran tamaño. La situación es tal que si se empuja hacia las vías al individuo, este bloqueará el paso del vehículo y morirá, salvándose los trabajadores. En cambio, si no se empuja, los cinco serían atropellados.

Ante tal ejercicio, la mayoría de participantes actuaron igual tanto sobrios como después de consumir alcohol. Los que consideraban que valía la pena empujar a un hombre para salvar a cinco lo hacían en las dos situaciones, mientras que los que preferían no empujarlo, porque no querían tener nada que ver con su muerte, también actuaron igual con y sin vodka.

Esto muestra que su moralidad no se había visto afectada por el consumo, a pesar de que sí que lo hizo su empatía. Ante eso, la embriaguez no debería considerarse un atenuante, ni para crímenes ni para cuestiones menos graves. De cualquier modo, siempre hay una solución mucho mejor para evitar problemas en este aspecto: No beber alcohol.