Delcygate: Pasó a la sala VIP del aeropuerto de Madrid sin mostrar el pasaporte a la Policía

Delcygate: Pasó a la sala VIP del aeropuerto de Madrid sin mostrar el pasaporte a la Policía

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, y el presidente Nicolás Maduro (AFP)

 

El lío en el que se metió el Gobierno social-comunista cada vez muestra más grietas.

Por periodistadigital.com





Después de que fuentes policiales desvelaran a Periodista Digital que, el ministro de Transporte de Sánchez, acudió al aeropuerto de Barajas para impedir el arresto de la vicepresidenta de la dictadura chavista, ahora sale a la luz que Delcy Rodríguez pasó a la sala VIP del Aeropuerto Internacional de Barajas (Madrid), sin que su pasaporte fuese chequeado.

José Luis Ábalos se reunió con Delcy la madrugada del pasado 27 de enero de 2020, y el político socialista ya ha cambiado su versión cuatro veces, desde decir que solo fue a ver a un amigo chavista (el ministro de Turismo de la dictadura), hasta admitir que se reunió con la número dos de Maduro, pero que no pisó suelo español.

La situación se pone peor, ahora las informaciones apuntan a que el Gobierno de Pedro Sánchez habría incumplido con la Unión Europea y violado el Tratado Schengen, al observar las sanciones impuestas contra Rodríguez.

Según fuentes de los cuerpos policiales, la reunión duró unos 45 minutos y esta se realizó en un sala VIP donde además de Ábalos y la vicepresidenta chavista estaban otras seis personas, la irregularidad de no haber sido chequeada, según informa Ok Diario, radica en que estuvo en territorio español e intentaron encubrir que fuese así:

En primer lugar porque al atravesar un control de pasaportes, la discusión sobre si se trata de territorio español o internacional aún se agrava más: y es que al ser tras el control, parece evidente que efectivamente esa ubicación tiene que ser tratada como territorio español y, por lo tanto, la vicepresidenta venezolana sancionada por la UE nunca debería haber podido llegar hasta ese punto. Porque España tiene que cumplir de forma obligatoria las sanciones impuestas por la UE, dice Carlos Cuesta.

La situación es crítica para el Gobierno socialista, que ha decidido cerrarse en banda y defender a su ministro sin asumir las consecuencias políticas. Es una estrategia de comunicación política que ha terminado de agravar la «crisis Ábalos», como le han llamado desde la Moncloa.

El pasado lunes se pudo escuchar a la vicepresidenta Teresa Ribera, dejó ver sus nervios alterados en el programa ‘Más de Uno’ de Carlos Alsina, al que intentó decirle que los españoles no tienen por qué escuchar o hablar de este tema, peor fue lo de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que llegó a justificar su desinterés por el tema al afirmar que «Venezuela no da de comer a los españoles». Se trata de una estrategia que se ha impartido de las altas esferas socialistas.