Europa, a punto de desconfinarse entre el temor a un rebrote de la pandemia

Europa, a punto de desconfinarse entre el temor a un rebrote de la pandemia

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Los guardias de finanzas italianos (Guardia di Finanza) oficiales patrullan en un punto de control en la entrada de la pequeña ciudad de Zorlesco, al sureste de Milán, el 24 de febrero de 2020, situado en la zona roja del COVID-19, el nuevo brote de coronavirus en norte de Italia – Italia, el país con los casos más confirmados en Europa, informa su quinta muerte y el número de personas que contraen la enfermedad continúa aumentando, con 219 personas que ahora dan positivo. (Foto por Miguel MEDINA / AFP)

 

Varios países europeos, como Francia y España, viven este domingo su último día de confinamiento, entre alegría y miedo a un nuevo repunte de contagios del nuevo coronavirus, que ya ha dejado casi 280.000 muertos en el mundo, 10.000 de ellos en Brasil, el principal foco en América Latina.

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En Francia y España, que figuran entre los países más golpeados por la covid-19, la mayoría de habitantes podrán recuperar un tímida normalidad, como ya hicieron antes italianos y alemanes.

Casi cinco meses después de su irrupción en China a finales de 2019, la pandemia que llevó al confinamiento a más de la mitad de la humanidad y paralizó la economía mundial parece estar bajo control en numerosos países, aunque en plena expansión en otros, en particular en América.

Pero el fantasma de un rebrote, y quizás hasta un tercero, mencionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), planea por todas partes.

Corea del Sur, considerado un modelo en la gestión de la crisis, lo refleja: después de frenar la propagación del virus y flexibilizar las restricciones, la alcaldía de Seúl se vio forzada el sábado a cerrar todos los bares y clubes ante un nuevo y evidente aumento de los casos de covid-19.

En China se registró el primer caso en un mes en la ciudad de Wuhan, cuna del SARS-CoV-2.

– Rojo y verde –

El presidente Moon Jae-in dijo que estos nuevos contagios demuestran que “incluso durante la fase de estabilización, situaciones similares pueden surgir nuevamente en cualquier momento”. “Esto no estará terminado hasta que esté realmente terminado”, abundó.

En Alemania, otro Estado considerado ejemplar ante la crisis, se está superando el tope fijado de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en tres cantones.

En este país, donde la Bundesliga se reanudará a puerta cerrada en los próximos días, bares y restaurantes pudieron abrir el sábado en el Estado de Mecklembur-Pomerania, a orillas del mar Báltico.

Pero nada es como antes. “Nuestros empleados tienen que llevar una mascarilla y nuestros clientes respetar la distancia social”, señala Thomas Hildebrand, restaurador en Schwerin.

En Irán, el país de Oriente Medio más afectado por el coronavirus con más de 6.500 decesos, según cifras oficiales, también hay una flexibilización de las restricciones, pero el temor a un nuevo brote está muy presente.

Muchos residentes de Teherán aprovecharon la reapertura de las tiendas. Otros, miraban recelosos la falta de respeto de las medidas de seguridad.

“La fila de los idiotas”, murmura Manouchehr, un comerciante, ante la larga fila en una oficina de cambio de divisas en el distrito de Sadeghieh, al oeste de la capital.

A partir del lunes, en España, uno de los países más golpeados por la pandemia con más de 26.600 decesos, la mitad de sus 47 millones de habitantes entran en la fase 1 del período de desconfinamiento, lo que les permitirá reunirse con grupos de hasta diez personas, quedar en terrazas con aforo limitado o acudir a tiendas sin tener que pedir cita previa.

Las zonas más afectadas, como Madrid y Barcelona, tendrán que esperar a que la situación sanitaria mejore para poder cruzar esta etapa, entre llamados a la “prudencia” del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ya que el virus sigue “al acecho”.

En Francia, el desconfinamiento también será por regiones “verdes” o “rojas” y en París, las autoridades piden máximo rigor para respetar las consignas sanitarias. Está prevista la reapertura parcial de las escuelas, una medida que suscita preocupación en las familias.

Para Gaëlle Cathou, que como miles de personas decidió irse de la capital francesa cuando se impusieron las restricciones, ha llegado la hora de regresar a París. “Estoy contenta de volver a mi casa, a mis rutinas”, pero “tengo un poco de miedo, porque será una nueva vida”, explica.

– “Perder el control y tropezar” –

En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson presentará este domingo el dispositivo de desescalada progresiva en el país, que con más de 31.500 fallecidos, es el más golpeado de Europa y el segundo del mundo tras Estados Unidos.

Johnson, duramente criticado por su relajación inicial y por decidir el confinamiento más tarde que sus grandes vecinos europeos, se ha convertido en un acérrimo defensor de la prudencia, después de estar él mismo gravemente enfermo de covid-19.

“Tienes muy pocas opciones en la subida, pero es en la bajada donde tienes que asegurarte de no correr demasiado rápido, perder el control y tropezar”, dijo al diario Sun On Sunday.

Entre las medidas que se barajan está el aislamiento de 14 días para las personas que entren en el país, excepto las procedente de Irlanda.

En Estados Unidos, que roza los 80.000 fallecidos, el presidente Donald Trump, también muy criticado en la gestión de la crisis, ve el virus acercarse a su entorno.

Katie Miller, la portavoz del vicepresidente Mike Pence, dio positivo. Y tres altos miembros de salud pública, entre ellos el epidemiólogo Anthony Fauci, se pusieron en cuarentena después de estar en contacto con personas infectadas, según medios estadounidenses.

Las cifras también son galopantes en Rusia, que este domingo superó los 200.000 casos, con un elevado número diario de contagios que puede llevarlo la próxima semana a ser el país europeo más afectado.

En total, más de cuatro millones de personas en todo el mundo están contagiadas con la covid-19, según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales.

– Bolsonaro en moto acuática –

En América Latina, Brasil superó los 10.000 muertos por el nuevo coronavirus, según cifras oficiales, que lo convierten en el sexto país en el mundo con el mayor número de fallecidos.

El Congreso brasileño y el Supremo Tribunal Federal declararon un período de luto oficial de tres días.

El presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, en cambio, no se pronunció sobre el nuevo balance. Y se le vio paseando en moto acuática por el lago Paranoá, en Brasilia, de acuerdo con fotos y videos divulgados por el sitio de noticias Metrópoles.

La COVID-19 se ha cobrado hasta la fecha casi 20.000 vidas en América Latina y el Caribe, y se han declarado cerca de 360.000 casos, según el recuento de la AFP.

En El Salvador, se superaron los 100 casos en 24 horas, la cifra más alta en el país en un solo día, situando el balance total en 889, con 17 fallecidos.

Y en la cercana Nicaragua, donde el gobierno de Daniel Ortega niega que haya contagio comunitario, este sábado, un hombre, fallecido tras haber sido hospitalizado con síntomas parecidos a la covid-19, fue enterrado sin velorio en un ataúd sellado en un cementerio de Managua.

Para los familiares de Roberto, “el gobierno está ocultando información” porque durante la semana en la que estuvo hospitalizado, conocieron la muerte de varios pacientes por neumonía, que sospechan tenían el nuevo coronavirus.

AFP