Francisco Cardier: El matraqueo en las alcabalas encarece la cesta básica del venezolano

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Denuncian que cada día están más costosos y escasos los alimentos, tanto víveres como frutas y vegetales, productos cárnicos en todas sus especies, debido a la grosera corrupción por parte de policías y guardias nacionales que en cada alcabala del país obligan a los comerciantes de cualquier rubro a dejar la cantidad de alimentos que a ellos les plazca.

Si se niegan, le decomisan el camión con todo lo que trae, los ponen presos y les levantan un falso cargo. Estos alimentos son producidos y cosechados en el país, no son contrabando, nuestras frutas y vegetales sale de la bendita tierra venezolana, denunció Francisco Cardier.





“El queso, la leche y sus derivados, salen del ganado venezolano, y de las generosas tierras de nuestros hermanos andinos, de donde nos traen sus verduras y vegetales”
Cuando todos estos productos llegan al centro de acopio, han perdido más de la mitad de su ganancia, que fueron dejando en cada alcabala por dónde pasaron, trayendo como consecuencia, que los consumidores paguemos altísimas cantidades de dinero para poder hacer una sopa.

Citó como ejemplo un kilo de ají dulce que lo venden en 600.000 bolívares, un kilo de guayaba que en Maracaibo se pierden, cuesta 190.000 bolívares, la papa 220.000 bolívares.

El queso blanco que traen de Dabajuro, no lo quiere comercializar más, porque le quitan tantos kilos por el camino, que llega a su casa casi sin capital, y nosotros debemos pagar altas sumas de dinero, que ni siquiera tenemos, porque el sueldo del venezolano es solo de dos dólares y veinticinco centavos.

Ni el imperio, ni el Covid-19

“El Covid-19 es un problema, pero es el hambre del pueblo es lo que más nos afecta”, reclamó Cardier.

“Que alguien nos diga si un padre o madre de familia, un maestro, una enfermera, el director de una escuela, empleados públicos en general, pueden alimentarse y alimentar sus familias, con ese sueldo y esos precios”, agregó.

Finalizó expresando que lo peor es la corrupción pública galopante, pues esta evita que el alimento diario llegue “a nuestros hijos, sobre todo por el matraqueo de las fuerzas de seguridad del Estado”.

“Los venezolanos no merecen pasar o morir de hambre en un país tan rico y con tantos recursos como el nuestro, donde la clase gobernante se enriquece groseramente, mientras al pueblo le dan alimento de muy mala calidad, en las tan cacareadas cajas Clap”, concluyó.

Nota de prensa