La mayoría de los neoyorquinos piensan que lo peor del coronavirus está por llegar a pesar de que la cantidad de casos de COVID-19 y las muertes reportadas han disminuido drásticamente en el Empire State después de una brutal primavera, según una nueva encuesta publicada el lunes.
La encuesta de Siena College encontró que el 62 por ciento de los votantes estatales cree que lo peor de la pandemia de coronavirus aún está por llegar, mientras que solo el 27 por ciento piensa que lo peor ya pasó.
Si bien los casos de COVID se han desatado en otros estados del sur y del oeste a medida que Nueva York se ha estabilizado, los residentes temen que el virus asesino regrese aquí con venganza.
Una gran mayoría, el 82 por ciento, de los encuestados piensa que es muy probable (39 por ciento) o algo (43 por ciento) que Nueva York se enfrente a otro brote del coronavirus en el otoño. Solo el 17 por ciento dijo que tal brote era poco probable.
Mientras tanto, el 78 por ciento de los residentes dijeron que están muy o algo preocupados de que ellos o un miembro de su familia se infecten con COVID-19.
Los neoyorquinos dejaron en claro qué, cuando se trata de COVID-19, prefieren equivocarse del lado de la salud pública en lugar de impulsar la economía.
La encuesta encontró que el 70 por ciento de los residentes prefieren que la prioridad del gobierno sea contener la propagación del coronavirus, incluso si perjudica a la economía.
Solo el 22 por ciento vuelve a reiniciar la economía, incluso significa aumentar el riesgo para la salud pública.
“La mayoría de todos los grupos demográficos, excepto los republicanos, piensan que no hemos visto lo peor de la pandemia, y las mayorías de todos los grupos demográficos quieren que el gobierno se concentre en contener el virus incluso si la economía sufre”, dijo el director de encuestas de Siena College, Don Levy. .
“Casi el 80 por ciento está preocupado de que ellos, u otro miembro de su hogar, se enfermen con COVID-19”.
La mayoría de los encuestados, el 56 por ciento, dijo que no reanudaría las reuniones familiares sin distanciamiento social, mientras que el 44 por ciento dijo que probablemente lo haría.
Casi dos tercios de los encuestados, el 64 por ciento, dijeron que se sienten cómodos participando en cenas al aire libre, en comparación con el 35 por ciento que no lo hacen.
Pero el guión fue cambiado cuando se trata de comer en las áreas interiores de un restaurante: el 65 por ciento dijo que se sienten incómodos haciendo eso en este momento en comparación con el 35 por ciento que se sienten cómodos.
La introducción gradual de la comida en el interior se pospuso en la ciudad de Nueva York debido a las preocupaciones sobre la difusión de COVID-19 después de ver un aumento en otros estados que abrieron completamente sus restaurantes.
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