Un hombre se unió al ejército británico para “pagar su deuda” con la familia inglesa que lo salvó de una vida vendiendo maní por £ 1 al día.
Por Good News Network
Traducción libre de lapatilla.com
Gopal Vaakode tenía 12 años cuando conoció a la familia Hanson que estaba de vacaciones en Goa, donde caminaba 10 millas al día vendiendo maní a los turistas en la costa suroeste de la India.
A veces dormía en la playa y otras noches en una carpa al costado de la carretera, cuidando a sus tres hermanos menores y a su madre.
Preguntó a la pareja de turistas, Carol Thomas y Colin Hanson, y a la cuñada Linda Hanson, si les gustaría comprar algunos cacahuetes. Hicieron mucho más que eso, llevándolo a comprar ropa y comida para su familia de cinco.
Le prometieron al adolescente que lo verían cuando regresaran el próximo año, y por pura casualidad, la pareja de unos 50 años se topó con él en la playa, 12 meses después.
Encendió un vínculo de por vida, y en pocos días la familia persuadió a Gopal y su madre Peckrrva para que les permitieran seguir ayudando.
Enviaron dinero desde el Reino Unido para alimentos y suministros y pagaron a la familia para que viviera en una casa alquilada en Goa cada temporada de monzones, viniendo a visitarlos durante meses.
Fue una gran mejora para su madre, que buscaba bolsas de plástico para venderlas por rupias, y permitió que los niños volvieran a la escuela.
Luego, a los 19 años, Gopal comenzó a visitar a su ‘familia de acogida’ en el Reino Unido durante meses, y en un viaje se unió al equipo de cricket local para un partido en el cuartel del ejército de Allscott.
Fue allí donde un general de brigada le preguntó si consideraría unirse al ejército británico, y Gopal aprovechó la oportunidad para compensar a las personas y al país que lo habían salvado.
Diez años después, ahora con 35, vive en Mansfield, Nottinghamshire, con su esposa Jasmine y su hija de siete años, y se siente como el “niño más afortunado del mundo”.
“La razón principal por la que quería unirme era para enorgullecer a mi familia y agradecer a Linda, Colin y Carol por todo lo que hicieron por mí”, dijo.
“Siempre estaré en deuda con ellos, pero unirme al ejército fue mi forma de pagarles haciendo algo importante en este mundo. Hubo un día en el que no tenía comida, ningún lugar donde dormir y nada que esperar en la vida. Ahora tengo una familia amorosa con una esposa increíble y una hija increíble. Realmente no podría pedir más”, comentó Gopal.