En USA se debate, en Venezuela se impone, por @ArmandoMartini

En USA se debate, en Venezuela se impone, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

En Venezuela hay parlanchinería, demasiada habladera y poco debate. El oficialismo discurseando mentiras, -como la estafa intentada con la detestable Ley Antibloqueo, aunque para algunos de “buenos principios”-, repitiendo sin cansancio promesas hechas, no cumplidas. Y la oposición como grupo no responda, silente, sin tomar posición, hablen de vez en cuando y los siempre latosos opositores con devaneos acostumbrados e insólita ambigüedad, no es noticia.

Ni siquiera el derrumbe económico es tema de conversación, nos quejamos todos por igual, en más o en menos lo padecemos, hasta la pandemia es parte de la incompetencia generalizada y embustes habituales. Por cierto, la anomalía Antibloqueo para ultrajar, ridiculizar el ordenamiento jurídico, afectará al país de forma decisiva. Razón por la cual, han creado el adefesio que niega el fundamento esencial del Estado de Derecho. Pretenden entregar las riquezas venezolanas a la ignominiosa Cuba, la bipolar China, la odiosa Rusia, el deshonor iraní, la Turquía secuestrada y cualquier mequetrefe indecoroso que les dé la gana. Es un saqueo con reparto en negociaciones ilícitas de letrina entre corruptos.

Platicar en discusiones, donde se desconoce el objetivo principal de la ley, organizar y hacer posible la convivencia en sociedad, pero que el régimen viola a mansalva, como, por ejemplo, la aplicación alocada que permite la instauración en el que un solo hombre lo puede todo.





Pero en los Estados Unidos la controversia persiste. ¿Quién ganó el debate de los aspirantes a vice? -que, rara vez altera la carrera presidencial y este parece destinado a no ser diferente-. El encuentro entre los partidos Demócrata y Republicano que, salvo sorpresa extraordinaria e imprevista, ganará la dupla Trump/Pence a menos que los estadounidenses hayan sido víctimas de algún nuevo virus que mutile la razón y ampute neuronas. 

Ambos tuvieron momentos y tropiezos. Una mosca impertinente se posó sobre la cabeza del vice-presidente, episodio que será comidilla. Hicieron lo posible para proteger a su compañero de fórmula. Demostrando que el modelo a seguir, es aquel que establece obligaciones, límites e independencia de poderes, formas de supervisión, exigencia en la rendición de cuentas. Y contra eso actúan los enemigos de las libertades y la democracia, suspendiendo leyes y derechos declarando un supuesto Estado en guerra, autorizando reformas inconsultas y arbitrarias bajo el pretexto de defensa nacional. 

Mike Pence, presidente en la sombra, amado por los evangélicos, defendió a Donald Trump, pero forjó su propia identidad y tuvo sus ojos puestos en una eventual candidatura presidencial, buscó conservar su base y, proyectar una red amplia a los republicanos e independientes de derecha. Se mantuvo sólido, hizo lo que debía, ser Vicepresidente razonable, paciente y eficaz de un Presidente al cual critican, pero aceptan que lo está haciendo bien, a pesar de algunas insolencias y demasiados tuits. 

Kamala Harris, de origen indio, primera mujer de color candidata a la vicepresidencia, que se suponía brillante no lo es tanto. Hizo esfuerzo para demostrarse como abanderada hábil de los demócratas una vez Biden abandone la política. Exaltó su educación y antecedentes, aprovechando la oportunidad de la extensa audiencia. Pero fracaso en su intento de convencer a los estadounidenses, pragmáticos y contrarios al comunismo, que su compañero no es el abanderado de la izquierda, chinos, chavistas, castristas, socialistas, trasnochados, ignorantes y sinvergüenzas.

El debate fue aburrido, soporífero, como la hipocresía de los asombrados, porque el autócrata se moviliza en su aspiración totalitaria, de apropiarse del poder, para usufructuarlo a su antojo e interés, sin sopesar factor distinto a sus propios deseos. Y para lograrlo, liquidan legislaciones e instituciones; la desfachatada Ley Antibloqueo es una pequeña muestra de la perversa intención. Como los insultantes mazos del jefe del partido socialista, que ataca y se burla de todos. Veremos qué sucede cuando sienta el momento de enfrentar al castro-madurismo. 

El encontronazo entre candidatos a la Vicepresidencia fue tan tedioso como el intento del madurismo de hacer ver vivimos en próspero desarrollo, que vienen tiempos mejores, que lo hecho hasta ahora ha sido necesario y es parte de un proceso hacia el bienestar, que lleva años repitiendo, porque todavía quedan castos confiados; la esperanza es lo último que se pierde.

Hay quienes creen Joe Biden con lo aprendido de Barack Obama -como confiar que una visita torpe y populista en el cual hasta fue actor de televisión la tragedia castrista se arreglaba, y que lo del castro-chavismo no era un problema de seguridad nacional- llevará nuevamente a Estados Unidos por una senda mejor, no entienden que el presidente y los republicanos ya lo están haciendo; bajar impuestos, no haber empezado ninguna guerra en su primer periodo de gobierno, demostrando sin embargo, que no le tiembla el pulso para tomar decisiones difíciles, como debe estar recapacitando el general y terrorista iraní mientras lo acopian a pedacitos, rodeado de vírgenes.

El Estado de Derecho, es indispensable para proteger a la ciudadanía de los abusos e injusticias del poder, el reconocimiento categórico de que los ciudadanos tienen derechos inviolables. Quebrantarlo conlleva a la ilegalidad, al peligroso desconcierto y a la jamás deseada anarquía   

@ArmandoMartini