Swaminathan S. Anklesaria Aiyar: El derecho a ofender es una parte inalienable de la libertad religiosa y de expresión

Swaminathan S. Anklesaria Aiyar: El derecho a ofender es una parte inalienable de la libertad religiosa y de expresión

Me encuentro del lado del presidente francés Emmanuel Macron al declarar que la libertad de expresión incluye el derecho de ofender. Aquellos ofendidos son bienvenidos a protestar pacíficamente, pero no tienen el derecho de silenciar a los ofensores.

En Francia, un profesor cristiano fue asesinado por una fanático musulmán por mostrar en su clase caricaturas controversiales del Profeta Mahoma que fueron publicadas anteriormente por la revista de sátira Charlie Hebdo. Cuando Macron condenó el asesinato y defendió la libertad de expresión, otro fanático musulmán mató a tres cristianos en una iglesia en Niza.

El Primer Ministro malayo Mahathir Mohamad dijo que los musulmanes tenían “un derecho a estar furiosos y matar millones de franceses por las masacres del pasado”. ¿De verdad? ¿También le da a los cristianos, judíos, e hindúes el derecho de matar a millones de musulmanes por las masacres musulmanas cometidas en muchos países en siglos pasados? O, ¿por los más recientes asesinatos de no-musulmanes por parte de ISIS en Siria e Irak?





El presidente turco Erdogan estaba enfurecido no por el asesinato sino por la defensa de Macron de la libertad de expresión. Llamó a realizar un boicot de los productos franceses. Hubo ecos de esto en varios países musulmanes. Después, Malasia y Turquía condenaron formalmente los asesinatos. Aún así la retórica de sus presidentes alienta la violencia islámica.

En FranciaCharlie Hebdo fue perseguido en 2007 por una organización musulmana que decía que las caricaturas del profeta implicaban un racismo y discurso de odio. La revista respondió que se especializaba en el humor satírico, no en el racismo, y que se había burlado del racismo blanco así como también de los católicos y los judíos. Una de sus portadas tenía una caricatura mostrando al profeta diciendo, “100 latigazos sino te mueres de la risa”. Eso es humor, no racismo. La revista fue absuelta.

Pero su oficina fue bombardeada en 2011 y atacada nuevamente en 2015 por dos fanáticos musulmanes que asesinaron a 12 periodistas. Charlie Hebdo valientemente se negó a cambiar de dirección. Mi admiración para ellos.

Muchos indios argumentan que la libertad de expresión no se extiende al discurso ofensivo. ¡Vaya! Cada religión tiene firmes creencias acerca de su propia superioridad, y esto necesariamente ofende otras religiones. La libertad de practicar cualquier religión necesariamente implica la libertad de ofender a otros, y la tolerancia por parte de aquellos ofendidos.

Todas las libertades están sujetas a límites razonables. Si usted deliberadamente incita a la violencia eso ciertamente puede ser detenido. Pero no las caricaturas.

La cristiandad mira a aquellos que rechazan el cristianismo como “paganos” que no pueden ir al cielo o irán al infierno. Eso puede ofender a los no-cristianos. Pero, ¿justifica eso quemar la Biblia o matar a los cristianos? El Corán y los dichos “Hadith” condujeron a los conquistadores musulmanes a convertir mediante la espada y matar a millones. Eso puede ofender a otros, pero no justifica prohibir el Corán y los Hadith. Las escrituras hindúes sostienen que las personas malas (incluyendo aquellas de otras religiones) renacerán como animales, incluyendo a los perros y chanchos. Esto puede ofender a los no-hindúes, pero esto no justifica matar a los hindúes o prohibir sus escrituras.

Las personas de distintas religiones pueden co-existir solamente a través de la tolerancia, no mediante la venganza y los castigos. Muchas veces he criticado a los hindúes fundamentalistas por su intolerancia y violencia. Condeno de igual forma a los musulmanes fundamentalistas. Algunos musulmanes indios atacan a Macron. Pero en un webinar de musulmanes indios por la Democracia Secular, Javed Anand dijo, “Estamos aquí para condenar en términos claros, sin reparos, no solo al hombre responsable de este acto bárbaro sino a todos aquellos que tuvieron algo que ver en la instigación de dicho crimen así como también a todos aquellos que buscan justificarlo”. También demandó “la abolición de la apostasía y la desparición de la blasfemia en donde sea y en todas partes del mundo”. El activista Feroze Mithiborwala dijo, “Ya es hora de que las personas religiosas se dieran cuenta de una verdad básica: cada texto y tradición religiosos son ofensivos, blasfemos y heréticos para los seguidores de otros sectas y religiones”.

Bien dicho. Esta promoción musulmana de valores seculares tiene similitudes con las protestas anti-CAA en Shaheen Bagh. Los manifestantes musulmanes fueron muchas veces liderados por mulás, pero los manifestantes en Shaheen Bagh invocaron no la Ley Sharia sino las libertades de la Constitución de la India. El Partido BJP los pinta como anti-nacionales, pero ellos portaban cintillos que decían “Amo India”, cantaban el himno nacional, y decoraron sus vestimentas con imágenes de líderes hindúes del movimiento de la independencia que influyeron en la Constitución. El Partido BJP debería darle la bienvenida a los musulmanes que defienden la Constitución. Los musulmanes, por su parte, deberían condenar la violencia islámica, ya sea en Francia o en la India.

El ateísmo es una creencia religiosa al igual que el Islam o el Hinduismo. Como un ateo, demando respeto por mis creencias. Aún así esto está en gran medida ausente. Pocos condenan el asesinato de varios ateos en Bangladesh por parte de fanáticos musulmanes. En India, tres destacados ateos —Govind PansareM M Kalburgi y Narendra Dabholkar—han sido asesinados, supuestamente por fanáticos hindúes. Como Charlie Hebdo, a pesar del riesgo de provocar a los fundamentalistas, me mantengo firme en la defensa de mi derecho de ofender. Este es una parte inalienable de mi derecho a la libertad religiosa y de expresión.


Swaminathan S. Anklesaria Aiyar es economista, periodista y columnista indio. Es editor consultor de Economic Times y escribe regularmente para Economic Times y The Times of India. También es investigador en el Instituto Cato

Este artículo fue publicado originalmente en Times of India (India) el 2 de noviembre de 2020.