Editorial El Tiempo (Colombia): Dos gobiernos indolentes

Editorial El Tiempo (Colombia): Dos gobiernos indolentes

La postal de las embarcaciones rudimentarias colmadas de seres humanos que huyen desesperados de un lugar en el que se extinguió la esperanza, tan común en estos años de estados fallidos y territorios sin paz, ahora también hace parte del repertorio de infamias ligadas al régimen de Nicolás Maduro.

Por lo menos 20 personas que intentaban escapar del infierno en que para millones se ha convertido la vida en el país vecino, con destino a Trinidad y Tobago, murieron el domingo luego de que naufragó la embarcación en la que se transportaban. Entre ellos había tres menores de edad. Se calcula en un centenar la cantidad de personas que han perdido la vida en el tramo marítimo entre la ciudad costera venezolana de Güiria y la isla caribeña.

Todo lo que rodea a este episodio es trágico y doloroso. Se habla de una faceta más de la corrupción campante del régimen bolivariano en las autoridades marítimas y costeras y de cómo bandas criminales dedicadas al tráfico de personas, pero también de fauna, armas y bienes, obtienen jugosas y a la vez macabras ganancias. Y es que se cae de verdad muy bajo cuando los sufrimientos de los vulnerables son las utilidades de los poderosos. En Venezuela, como en tantas otras latitudes, esta es la norma. Y a todo lo anterior hay que añadir la xenofobia que viven los venezolanos que logran poner sus pies en playas de Trinidad y Tobago, cuyo Gobierno, alineado con Maduro, no hace mayor esfuerzo por darles a los migrantes un trato humanitario sino, más bien, todo lo contrario. Con frecuencia devuelven barcos atiborrados de migrantes, sin importarles que no cumplan con las condiciones mínimas de seguridad.





Es claro que ni Trinidad ni el gobierno de Maduro actuarán para darles alivio y atención a los migrantes. Y que el flujo, desgraciadamente, continuará. Lo mínimo, entonces, es que permitan que la comunidad internacional junto a entidades no gubernamentales llenen el vacío.


Este artículo fue originalmente publicado en El Tiempo el 15 de diciembre de 2020