Los líderes mundiales dejaron escapar un audible suspiro de alivio porque los Estados Unidos bajo el presidente Joe Biden se están uniendo al esfuerzo global para frenar el cambio climático, una causa que su predecesor había evitado.
Por: New York Post
El primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente francés, Emmanuel Macron, estuvieron entre los que dieron la bienvenida a la decisión de Biden de reunirse con el acuerdo climático de París, revirtiendo una política clave de Trump en las primeras horas de su presidencia el miércoles.
“Reincorporarse al Acuerdo de París es una noticia muy positiva”, escribió Johnson en Twitter. Gran Bretaña, que acoge la cumbre climática de la ONU de este año, espera trabajar con la administración Biden sobre el tema, dijo.
Macron también tuiteó su alegría por la reincorporación de Estados Unidos al pacto de París, diciendo que con Biden, “seremos más fuertes para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. Más fuerte para construir nuestro futuro. Más fuerte para proteger nuestro planeta “.
El acuerdo, forjado en la capital francesa en 2015, compromete a los países a presentar planes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, que se libera de la quema de combustibles fósiles.
El expresidente Donald Trump había cuestionado las advertencias científicas sobre el calentamiento global provocado por el hombre, acusando en ocasiones a otros países de utilizar el Acuerdo de París como un club para dañar a Washington. Estados Unidos abandonó formalmente el pacto en noviembre.
Por el contrario, Biden puso la lucha contra el cambio climático en el centro de su campaña presidencial y el miércoles lanzó de inmediato una serie de esfuerzos amigables con el clima para que Washington vuelva a estar en sintonía con el resto del mundo en el tema.
“Un grito de supervivencia proviene del planeta mismo”, dijo Biden en su discurso inaugural. “Un grito que ya no puede ser más desesperado ni más claro”.
Los expertos dicen que cualquier esfuerzo internacional para mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados Celsius (3,6 Fahrenheit), idealmente 1,5 C (2,7 F), como se acordó en el acuerdo de París, tendría dificultades sin la contribución de Estados Unidos, que es el segundo mayor emisor de carbono del mundo. .
Los científicos dicen que se está acabando el tiempo para alcanzar ese objetivo porque el mundo ya se ha calentado 1,2 C (2,2 F) desde la época preindustrial.
Italia dijo que el regreso de Estados Unidos al acuerdo de París ayudaría a otros países a alcanzar sus propios compromisos climáticos. “Italia espera trabajar con Estados Unidos para construir un planeta sostenible y garantizar un futuro mejor para las próximas generaciones”, tuiteó el primer ministro Giuseppe Conte.
El Vaticano también se mostró claramente complacido dado que la decisión se alinea con la agenda ambiental del Papa Francisco y la creencia en la diplomacia multilateral. En un editorial de primera plana en L’Osservatore Romano del miércoles, el subdirector editorial del Vaticano, Alessandro Gisotti, señaló que la decisión de Biden de reunirse con París “converge con el compromiso del Papa Francisco a favor de la custodia de nuestra casa común”.
La canciller alemana, Angela Merkel, fue más silenciosa en su reacción, y señaló simplemente que su gobierno “probablemente tendría una opinión más similar” con Biden sobre temas como el acuerdo climático de París, la migración y la Organización Mundial de la Salud.
El bloque conservador de la Unión de Merkel tiene vínculos estrechos con la industria automotriz alemana que ha luchado contra reglas de emisiones más estrictas para los automóviles. Su sucesor potencial, Armin Laschet, ha defendido la extracción continua de carbón en su estado natal incluso cuando Alemania elimina gradualmente el combustible fósil para 2038.
La ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, de los socialdemócratas de centro izquierda, expresó mayor entusiasmo por la medida de Biden. “Estados Unidos se está reincorporando a la lucha contra la crisis climática con gran brío y entusiasmo”, dijo Schulze, y agregó que esperaba que la nueva administración estadounidense utilizara la próxima cumbre mundial para “reforzar su búsqueda de la neutralidad climática con un objetivo intermedio concreto para 2030”. . “
Los jóvenes activistas que han estado a la vanguardia de los líderes exigentes toman en serio la amenaza del calentamiento global dijeron que ahora quieren ver acciones concretas de Washington.
“Muchos países firmaron el Acuerdo de París y todavía son parte del Acuerdo de París, pero hacen interpretaciones muy libres de lo que eso implica”, dijo Juan Aguilera, uno de los organizadores del movimiento Fridays for Future en España. “En muchos casos firmarlo se ha convertido en un espectáculo, porque al fin y al cabo las medidas concretas que se están tomando, al menos a corto plazo, no son satisfactorias”.
Biden ha designado un gran equipo para abordar el cambio climático tanto en el frente nacional como internacional. El exsecretario de Estado John Kerry, nombrado enviado especial del presidente para el clima, participó el jueves en un evento virtual con la industria italiana en el que promocionó la ‘economía verde’ como un motor para el empleo y dijo que Estados Unidos planea recuperar el tiempo. perdido en los últimos cuatro años.
Los organizadores de una reunión el lunes sobre la adaptación al cambio climático dijeron que esperaban que Kerry también participara y el propio Biden ha hablado de invitar a los líderes mundiales a una cumbre sobre el tema dentro de sus primeros 100 días en el cargo.
En los próximos meses, los aliados y rivales de Estados Unidos estarán atentos para ver cuánto ofrece la administración para reducir sus emisiones en la próxima década. Se espera que se anuncie un número firme antes de la cumbre climática de la ONU que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, en noviembre.