Otras víctimas narran el abuso que sufrieron a manos del policía que sofocó con su rodilla a George Floyd

Otras víctimas narran el abuso que sufrieron a manos del policía que sofocó con su rodilla a George Floyd

Un monumento improvisado a George Floyd, el 8 de junio de 2020, en el lugar donde murió bajo custodia policial en Minneapolis (Joshua Rashaad McFadden/The New York Times).

 

Casi tres años antes de que el agente de policía de Minneapolis Derek Chauvin sometiera con su rodilla a George Floyd mientras este gritaba que no podía respirar el pasado mes de mayo, Zoya Code se encontró en una posición similar: esposada boca abajo en el suelo, con la rodilla de Chauvin sobre ella.

Por Infobae 





El agente había respondido a una llamada que reportó una disputa doméstica en su casa y Code dijo que la obligó a tirarse al suelo cuando ella trató de apartarse.

“Se quedó en mi cuello”, dijo Code, ignorando sus desesperadas súplicas de que se apartara. Frustrada y molesta, lo retó a que presionara más. “Entonces, lo hizo. Solo para hacerme callar”, comentó.

La semana pasada, un juez de Minnesota dictaminó que los fiscales podían presentar los detalles de su arresto de 2017 en su caso contra el oficial despedido, que fue acusado de asesinato involuntario en segundo grado por la muerte de Floyd.

El caso de Code fue uno de los seis arrestos que se remontan a 2015 y que la fiscalía general de Minnesota trató de presentar, con el argumento de que mostraban cómo Chauvin utilizaba fuerza excesiva cuando sometía a las personas —por el cuello o al arrodillarse encima de ellas—, tal y como lo hizo al detener a Floyd. Los registros policiales muestran que Chauvin nunca fue amonestado formalmente por ninguno de estos incidentes, a pesar de que al menos dos de los detenidos dijeron haber presentado quejas formales.

Derek Chauvin (Reuters)

 

De las seis personas detenidas, dos eran negras, una latina y una nativa estadounidense. La raza de otros dos no figuraba en los informes de detención que examinaron los periodistas.

Al hablar de los encuentros por primera vez en público en entrevistas con el Proyecto Marshall, tres personas que fueron detenidas por Chauvin y un testigo de un cuarto incidente lo describieron como un agente inusualmente brusco que se precipitaba a utilizar la fuerza y era insensible a su dolor.

Las entrevistas aportan nuevos datos sobre la historia de un agente de policía cuyo manejo de la detención de Floyd, captado en video, dio la vuelta al mundo y desencadenó meses de protestas en docenas de ciudades.

Chauvin, que fue despedido, ha dicho a través de su abogado que su manejo de la detención de Floyd fue un uso razonable de la fuerza autorizada. Pero fue objeto de al menos 22 quejas o investigaciones internas durante sus más de 19 años en el departamento, de las cuales solo una resultó en un acto disciplinario. Estas nuevas entrevistas muestran no solo que pudo haber hecho uso excesivo de la fuerza en el pasado, sino que había utilizado técnicas sorprendentemente similares.

Las cuatro personas que contaron sus encuentros con Chauvin tenían antecedentes de enfrentamientos con las fuerzas del orden, en su mayoría por delitos de tránsito y no violentos.

Zoya Code sufrió exceso de fuerza por parte de Chauvin (Nina Robinson for The New York Times)

 

La detención de Code se produjo el 25 de junio de 2017. En una presentación judicial, el abogado de Chauvin, Eric J. Nelson, dijo que el oficial actuó correctamente en el caso, respondiendo a “un crimen violento en una situación volátil”. Dijo que “no hubo nada irrazonable o no autorizado respecto de las acciones de Chauvin”.

La madre de Code la había acusado de intentar asfixiarla con un cable de extensión, según el informe de su arresto. Code dijo en una entrevista que su madre estaba agitando el cable con la mano y que ella simplemente lo agarró.

Dijo que había salido de la casa para tranquilizarse después de la pelea y que, cuando volvió, Chauvin y su compañero habían llegado. En la descripción de la fiscalía, basada en el informe de Chauvin y en el video de una cámara corporal, Chauvin le dijo a Code que estaba detenida y la agarró del brazo. Cuando ella se apartó, él la tiró al suelo boca abajo y se arrodilló sobre ella. Los dos agentes la levantaron y la llevaron fuera de la casa, boca abajo.

Allí, según los fiscales, Chauvin se arrodilló sobre la espalda de la mujer esposada “a pesar de que ella no estaba oponiendo ninguna resistencia física”.

Code, en una entrevista, dijo que ella comenzó a suplicar: “No me mate”.

En ese momento, según el relato de la fiscalía, Chauvin le dijo a su compañero que sujetara también los tobillos de Code, aunque ella “no estaba siendo físicamente agresiva”.

Mientras la ataba, agregó, ella le dijo al otro agente: “Estás aprendiendo de un animal. Ese hombre es maldad pura”.

Los cargos de agresión doméstica y alteración del orden público presentados contra Code a la larga fueron retirados.

’Me estás asfixiando’

El primer incidente en el que los fiscales afirmaron que Chauvin usó fuerza excesiva tuvo lugar el 15 de febrero de 2015, cuando arrestó a Julián Hernández —un carpintero que estaba de viaje por carretera con destino a Minneapolis para ver a una banda en el club nocturno El Nuevo Rodeo—. Chauvin trabajó como guardia de seguridad fuera de servicio allí durante casi 17 años.

Julian Hernandez (Da’Shaunae Marisa for The New York Times)

 

El informe del arresto presentado por Chauvin indicaba que Hernández trató de salir del club por la puerta equivocada y Chauvin lo detuvo y lo escoltó por una escalera. Hernández dijo en una entrevista que había estado bebiendo, pero que sintió que Chauvin lo empujaba por las escaleras.

Afuera, dijo Hernández, “la situación se agravó”.

El informe de Chauvin describía que Hernández intentó darse la vuelta cuando se disponía a esposarlo, por lo que lo empujó “aplicando presión en su arteria lingual” en la parte superior del cuello.

Hernández dijo que el oficial le repetía: “Solo tienes que irte” y recuerda que pensó que estaba tratando de irse, pero que no le permitía hacerlo. Mientras Chauvin lo empujaba contra una pared y lo agarraba por el cuello, Hernández recordó haber pensado: “Me estás asfixiando”.

Hernández dijo que intentó demandar al departamento, pero ningún abogado quiso aceptar su caso. Lo acusaron de alteración del orden público, pero en virtud de un acuerdo judicial eludió el castigo al mantener una conducta intachable durante un año, según los registros.

Nelson, el abogado del oficial, dijo en una presentación de documentos judiciales que no había pruebas de que Chauvin hubiera actuado de forma incorrecta al “tratar con un detenido reticente y agresivo por su cuenta”.

De acuerdo con la orden del juez, solo la detención de Code, entre los seis casos que muestran lo que pudo haber sido un uso excesivo de la fuerza, puede ser utilizada en el juicio de Chauvin. Los fiscales también trataron de incluir dos casos adicionales que, según ellos, demostraban justo lo contrario: que Chauvin sabía cómo utilizar un grado de fuerza razonable para contener adecuadamente a una persona.

La orden del juez les permitirá utilizar uno de esos casos: un incidente en el que el departamento de policía elogió a Chauvin y a otros agentes por haber tomado medidas para salvar la vida de un hombre con tendencias suicidas que fue inmovilizado de costado para que pudiera respirar. Chauvin incluso acompañó al hombre al hospital, según los fiscales.

Según la fiscalía, la detención demostró que sabía lo importante que era evitar los problemas respiratorios en los detenidos. Cuando no puso a Floyd en una posición lateral similar, sostienen los fiscales, comprendía que podía poner en peligro su vida.

El abogado de Chauvin se opuso a que se admitiera cualquiera de las detenciones anteriores en su juicio, cuyo comienzo está previsto para marzo. Argumentó que las acciones de Chauvin “no eran delitos”, sino parte del trabajo de Chauvin como oficial, y que en cada escena de arresto un supervisor de la policía revisó su uso de la fuerza y concluyó que se ajustaba a las normas del departamento.

El Departamento de Policía de Minneapolis no respondió a las preguntas sobre las quejas anteriores contra Chauvin. Los críticos dicen que el departamento tiene un largo historial de acusaciones de abuso, pero que nunca ha puesto en práctica plenamente las recomendaciones federales de aplicar un mejor sistema de seguimiento de quejas y de castigo a los agentes. Solo un puñado de ellos se ha enfrentado a despidos o castigos graves a lo largo de los años.

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