El aumento del gas, que comienza a regir a partir de este 1 de marzo de 2021, igualó el valor del salario básico de un venezolano calculado en 1.200.000 bolívares, esto incluyendo la recarga adicional que los yaracuyanos deben pagar para costear gastos de flete, caleteros y transacciones bancarias, según exigen voceros de los consejos comunales, en la entidad.
Con este aumento, ya sería el segundo reajuste al valor del producto que Julio León Heredia hace en menos de un mes, pues el pasado 1 de febrero se incrementó el costo del cilindro en sus diferentes modalidades. Cabe destacar, que es el octavo incremento de precio desde que el “gobierno” regional decidió ser el monopolizador del gas en el estado.
Habitantes de Yaracuy tendrán que trabajar todo un mes para cubrir solo el gasto de un cilindro de gas doméstico, quedándose sin presupuesto para la compra de alimentos y pago de servicios, los cuales cada día son más difíciles para acceder, debido a la hiperinflación originada por el fracaso económico del régimen.
Aumentos no compensan la calidad del servicio
Actualmente, la recarga de una bombona de gas domestico de 10 kilos tiene un valor de 1.000.000 bolívares, 1.800.000 la de 18 kilos; la de 27 kilos se ubica en 2.700.000 y; el cilindro de 43 kilos tiene un costo de 4.300.000 bolívares; aumento que es repudiado por habitantes del estado Yaracuy, pues el servicio es cada vez más costoso y deficiente en los tiempos de entrega, ya que en algunas comunidades tardan hasta 8 meses en realizar las jornadas de venta.
Nota de prensa