Tepuy Kukenán: El hermano del Roraima esconde un misterio entre lo sagrado y lo prohibido (FOTOS)

Venezolana Lorena Rossi durante su recorrido en Tepuy Kukenán / Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

El Tepuy Kukenán es uno de los monumentos naturales más enigmáticos de Venezuela. Tan alucinante como místico, hasta ahora, no se deja descifrar. Reconocido como “el hermano” del Roraima. También llamado Matawi-Tepuy que significa “si me subes te mueres“.  Acoge en su interior el Salto Kukenán, la segunda caída de agua más alta del mundo.

Entre la densa boscosidad, incesante lluvia, caminos extraños, riesgos y azares, las viajeras venezolanas Arianna Arteaga Quintero y Lorena Rossi cuentan sobre su larga travesía y el gran desafío que afrontaron para completar la excusión. ¿Cómo lo hicieron?





Por Elizabeth Gutiérrez/ lapatilla.com

Este hermoso lugar se encuentra en el Parque Nacional Canaima. Para llegar, debes seguir la ruta del Roraima hasta tomar el desvío. Lo más conveniente, es transitarlo con personas que conozcan el trayecto y con un guía local que tenga el permiso del capitán de la comunidad indígena.

Venezolana Lorena Rossi durante su recorrido en Tepuy Kukenán / Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Lorena comentó que demoró tres días para llegar a la cima. Sin embargo, disfrutó la experiencia. “Es uno de los tepuyes más imponentes de la Gran Sabana: Solitario, intimidante, pero a la vez fascinante”, expresó Lorena.

Venezolana Lorena Rossi durante su recorrido en Tepuy Kukenán / Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Por su parte, Arianna opinó que es una montaña con una energía tenebrosa: “Es mucho  menos transitado que su hermano Roraima. Hace que te sientas más explorador en terrenos desconocidos. No se ven los caminitos que ya en Roraima o Auyantepuy notas claramente. Asimismo, el camino es más fregado, como que no quisiera que lo subieran. Roraima tiene una rampa que casi grita ‘suban por aquí’. Kukenán te la pone bastante más fregada, precipicios y pasos con cuerda (…) Ni hablar de todo lo que nos llovió”, alegó.

Un Tepuy prohibido

Kukenán es un paraje poco explorado, de hecho, está prohibido escalarlo. Según la creencia, en él habitan espíritus malignos. Algunos sobreviven para contarlo. Otros, son menos afortunados como el caso de un joven que recorrió la cruel meseta y se perdió sin lograr ningún retorno. La naturaleza nunca dio respuestas sobre su paradero. Desde entonces, restringieron las visitas.

Tepuy Kukenán/ Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Un joven desapareció por completo en una de sus grietas hace unas décadas y jamás encontraron su cuerpo aunque pasaron semanas buscando”, argumentó la hija de Valentina Quintero.

Tepuy Kukenán/ Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Tepuy Kukenán/ Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Con respecto a lo anteriormente expuesto, Rossi agregó: “Dicen que no se puede escalar porque es sagrado y por la persona que desapareció en 1998. Conseguir el permiso para hacerlo no es fácil, pero una vez logrado se debe subir con humildad, hablar con la montaña para que nos trate bien y para que nos dé permiso de subirla y conocerla”.

¿Es recomendable ir?

Ciertamente, el Tepuy Kukenán se proyecta como un destino turístico sombrío. Además de sus incontables leyendas, representa grandes riesgos. Aunque es imposible negar que resulta tentador dejarse envolver por su curiosa belleza. “No creo que sea un lugar que debas conocer, es fregado, está prohibido, la comunidad es súper celosa de que se visite (…) Por ejemplo, ya yo había subido Roraima tres veces y surgió la oportunidad de hacer Kukenán con unos amigos que iban. Pero no es el tipo de viaje que le diría a cualquiera ‘tienes que ir’. Su público es muy específico”, expuso Arteaga.

Venezolana Lorena Rossi durante su recorrido en Tepuy Kukenán / Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

En cambio, Rossi consideró que deben aventurarse “para vivir una experiencia que nos conecta con la naturaleza y nos revivirá el sentido de amor y pertenencia por lo nuestro”,

Venezolana Lorena Rossi durante su recorrido en Tepuy Kukenán / Foto: Cortesía Lorena Rossi

 

Sin duda, no es un viaje apto para todos. Hay paisajes que es mejor apreciar desde la distancia.  ¿Te atreverías a subirlo?